La Tierra esconde un secreto cósmico: Nuevos cinturones de radiación desafían la ciencia
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Estos se ubicaron entre los ya conocidos cinturones de Van Allen, esas estructuras en forma de dona que rodean nuestro planeta, atrapando partículas energéticas del Sol gracias al campo magnético terrestre.
Los cinturones de Van Allen, usualmente divididos en uno interno (entre 6,000 y 12,000 kilómetros de la superficie terrestre) y uno externo (25,000 y 45,000 kilómetros), tienen una "zona de separación" entre ellos, generalmente vacía. Sin embargo, como sucedió en 2012, una tormenta solar creó un cinturón temporal. La diferencia aquí es la persistencia. Según el científico espacial Xinlin Li, de la Universidad de Colorado Boulder:
“Estos cinturones duraron meses, hasta que otra tormenta, incluso más pequeña, los perturbó”.Un cinturón, compuesto principalmente de electrones, perduró aproximadamente tres meses. El otro, con una composición mayoritaria de protones, podría haber llegado a durar casi un año.
La investigación se vio afectada por un imprevisto: un pequeño satélite lanzado en Abril de 2023 por el equipo del Dr. Li, diseñado para estudiar el cinturón de radiación interno, falló misteriosamente en Abril de 2024. La coincidencia con la posterior tormenta solar generó preocupación:
“Pensé ‘¿Por qué?’ La gente estaba emocionada por ver la aurora en Boulder, y a mí no me importaba. Deseaba que el satélite estuviera allí para capturarlo.”Sorprendentemente, el satélite volvió a funcionar en Junio, justo a tiempo para observar los nuevos cinturones de radiación. Su presencia era innegable.
La existencia de estos cinturones de larga duración representa un reto para la ingeniería espacial. Satélites en órbitas geoestacionarias pasan tiempo en la zona de separación y podrían verse expuestos a niveles de radiación superiores a los previstos. Los ingenieros deberán considerar este factor en diseños futuros. La investigación continúa para comprender completamente la dinámica de estos fenómenos y sus implicaciones a largo plazo.