NUEVA YORK
Con mil quinientos triunfos, el mánager jamás ha ganado la serie mundial.
Si hay que guardar compasión con alguien en estos playoffs, ese debe ser Dusty Baker.
La eliminación de los Rojos de Cincinnati a manos de los Gigantes de San Francisco, tras perder los tres últimos juegos en casa, engorda una lista de fracasos para el veterano dirigente.
Veinte mánagers en la historia de las Grandes Ligas acumulan más de 1.500 victorias. Sólo dos de ellos no han tenido la satisfacción de ganar la Serie Mundial. Baker y Gene Mauch son los dos desdichados.
“Hay momentos en los que uno se harta de las decepciones”, declaró Baker tras otro aciago desenlace de uno de sus equipos en octubre.
Tenga un pañuelo a mano antes de leer este expediente de golpes:
Serie Mundial 2002. Baker tenía a los Gigantes con ventaja 5-0 en el sexto juego de la Serie Mundial. Faltaban por sacar ocho outs, pero sacó prematuramente del montículo al abridor Russ Ortiz. Scott Spiezio conectó un jonrón de tres carreras ante Félix Rodríguez y los Angelinos de Anaheim procedieron a ganar el partido y el del día posterior para alzarse con la corona.
Serie de campeonato de la Liga Nacional 2003. Baker pasó a dirigir a los Cachorros de Chicago, que en el sexto juego acariciaban el pase al Clásico de Otoño, con una ventaja 3-0 en el octavo inning en el Wrigley Field frente a los Marlins de la Florida. Ese será el juego que todos recordarán por el fanático — Steve Bartman — quedó como villano por estirar el guante cuando Moisés Alou buscó atrapar una pelota en las tribunas del jardín izquierdo. Florida ganó ese partido, uno de tres en fila para voltear un déficit 3-1, rumbo a la conquista de la Serie Mundial.
Y ahora el tercer derrumbe.
Nadie se esperaba que, luego de arrancar con dos victorias en San Francisco, los Rojos iban a desinflarse y sufrir su primera seguidilla de tres derrotas en su estadio en todo 2012. Los Rojos han hecho historia como el primer equipo de la Liga Nacional que gana los dos juegos iniciales de una serie de cinco y no logra avanzar.
Si en 2002 le cuestionaron por sacar temprano a Ortiz, ahora le recriminan por haber dejado a Mat Latos más de la cuenta en el montículo. al ser castigado en el quinto inning por el jonrón de Buster Posey con las bases llenas.