NUEVA YORK
El caos parece estar cerca de llegar a los Yanquis, pero… ¿se quedarán dormidos?
No es la primera vez que sufren un revés en la postemporada, pero resulta chocante el grado de humillación con que un equipo de la estirpe de los Yanquis de Nueva York sencillamente no dio pelea en su debacle ante los Tigres de Detroit en la serie de campeonato de la Liga Americana.
A diferencia de anteriores derrotas, incluyendo el sonado derrumbe ante los Medias Rojas de Boston en 2004, la barrida a manos de Detroit fue desmedidamente vergonzosa, blanqueados durante 20 innings seguidos, con apenas tres carreras anotadas en 39 innings y sin poseer la delantera en ningún tramo.
También desnuda una dura realidad para los Yanquis.
Su plantel está entrado en años, tienen las manos atadas con varios megacontratos que complican el adquirir refuerzos y carecen de promesas que puedan venir al rescate a corto plazo.
¿Será el fin de una era? Se antoja que sí, pero no hay que apresurarse en enterrarlos de buenas a primeras.
Recuerden que en los últimos 18 años, la franquicia sólo faltó a una postemporada, acumulando cinco campeonatos de la Serie Mundial y siete banderines de la Americana.
Se trata de una cosecha impresionante, reflejo de la tenacidad mostrada ante las adversidades que afrontaron en este 2012.
Una y otra vez desafiaron los pronósticos agoreros que surgían cuando algo funesto les ocurría, al ganar 95 juegos y liderar las mayores con 245 jonrones.
—La insólita lesión de Mariano Rivera, el mejor cerrador de todos los tiempos, cuando apenas había transcurrido un mes mientras atrapaba elevados en una práctica. Pero Rafael Soriano respondió con 42 salvados.
—Michael Pineda, Iván Nova y Phil Hughes debieron haber consolidado la rotación. Plan fallido. El primero no lanzó un solo juego tras lesionarse en la pretemporada. Nova y Hughes dejaron mucho que desear. A cambio de Pineda, traspasaron a Seattle al receptor Jesús Montero, el mejor prospecto que tenían.
—CC Sabathia, Andy Pettitte, Mark Teixeira y Alex Rodríguez pasaron por la lista de lesionados, dando paso en la alineación a nombres como Jayson Nix, Steve Pearce y Chris Dickerson.
“Tengo que verme en el espejo”, dijo Rodríguez en un sincero momento de reflexión tras la eliminación en Detroit.
Sobre el tercera base, que aún debe cobrar 114 millones en las próximas cinco temporadas, se ha concentrado la catarata de críticas y burlas sobre el desastroso desenlace.
Sin absolverle de responsabilidades, Rodríguez no fue el único Yanqui que se borró del mapa en estos playoffs. Robinson Canó (.075 de promedio y un flamante récord de 29 turnos seguidos sin dar hit), Curtis Granderson y Nick Swisher también estuvieron anestesiados.