DETROIT
Mientras Vogelson va en busca de ligar el tercer triunfo de San Francisco.
Justin Verlander ya perdió. Doug Fister lanzó valientemente, pero el esfuerzo no fue tan bueno como se necesitaba tampoco.
Ahora, con las esperanzas de la Serie Mundial resbalándose, los Tigres de Detroit voltean con Aníbal Sánchez, el miembro menos imponente a nivel físico de la rotación del equipo en postemporada.
“Tenemos que empezar de nuevo”, dijo Sánchez. “Necesitamos olvidar lo que pasó en San Francisco. Sé que tenemos el talento. Por eso estamos aquí. Tenemos un muy buen equipo, por lo que vamos a pelear hasta el final”.
El derecho venezolano fue fichado por los Tigres de Detroit para ayudar a un equipo en aprietos a clasificarse a los playoffs, ya que estaban en medio de una cerrada competencia por la División Central de la Liga Americana con los Medias Blancas de Chicago cuando llegó en un canje poco antes de la fecha límite. Sánchez cumplió con su cometido, pero encara la que quizás sea su prueba más difícil hasta ahora. Sánchez subirá al montículo el sábado en el tercer partido de la Serie Mundial, después que sus Tigres perdieron los dos primeros desafíos en San Francisco.