FLOWERY BRANCH
Esto de cara al partido de hoy contra las Águilas de Filadelfia.
Michael Vick siempre será parte de los Atlanta Falcons. Son el equipo que lo reclutó como primera selección global. El equipo al que volvió popular y relevante en la NFL. Son además a quienes dejó en desorden gracias a su terrible pasatiempo.
Pero ya no es una situación relevante enfrentar a su antiguo mariscal de campo. Los Falcons ya lo superaron.
“Probablemente sólo queda un puñado de chicos que jugaron con Mike”, dijo su sucesor como pasador en Atlanta, Matt Ryan. “Creo que estamos un poquito más del otro lado en este punto”. Es cierto, los Falcons han puesto la era de Vick en el retrovisor, reconstruyéndose rápidamente del desastre que causó con un éxito sin precedentes; al menos en la temporada regular. Juntos, han hilado cuatro temporadas ganadoras, tres apariciones en postemporada y un título divisional desde que el N° 7 abandonó la ciudad.
Ahora, de cara al partido del domingo contra los Philadelphia Eagles de Vick, los Falcons (6-0) están más enfocados en lo que el futuro les aguarda, más allá de lo que está en el pasado. Están viviendo el mejor arranque en la historia de la franquicia, son el único equipo que queda invicto en la NFL y pretenden no conformarse con nada menos que el primer título de Super Bowl para Atlanta.
El centro Todd McClure, que alguna vez le centró el balón a Vick, y ahora hace lo mismo para Ryan, siente que el equipo a recapturado ese sentimiento de emoción e importancia que tenían con su lanzador previo. Sólo que esta vez, es diferente
“No se basa en un solo hombre”, dijo McClure. “Hay murmullo sobre todo el equipo”.
Claro que los Falcons de Vick tuvieron sus momentos. Fueron el primer equipo visitante en la historia, en ganar un partido de postemporada en el Lambeau Field de Green Bay. Alcanzaron la final de Conferencia por segunda vez en la historia del equipo.
Pero era ampliamente visto como espectáculo de un solo hombre, con un equipo que llegaría hasta donde su maravilloso mariscal de campo los pudiera llevar. Cuando Vick prosperaba, usualmente los Falcons ganaban. Cuando mostraba dificultades, casi siempre perdían. Era un viaje emocionante pero agotador, ver a un equipo seguir los los flujos de un simple jugador fuera de serie.
Ya no más.
Mientras Ryan se ha colocado en la cúspide como uno de los mariscales de campo élite de la NFL, está rodeado por varias armas: amenazas al frente como Roddy White y Julio Jones, el próximo Salón de la Fama, Tony Gonzalez, el corredor de poder Michael Turner. La defensiva no es nada despreciable tampoco.