Con el regreso a los goles de Paul Pogba y una débil defensa del cuadro rival, el Manchester United cerró la jornada 34 de la Premier League con una victoria de 3 goles a 0 en casa del Aston Villa que le permite acercarse a esa cuarta plaza que marca los puestos de Liga de Campeones, si bien podría tenerlo con la quinta en función de lo que pase con el castigo al Manchester City.
Pero a los de Ole Gunnar Solskjaer les ha sentado bien sin duda este reinicio del campeonato, como demostraron hoy desde el principio del choque.
Con autoridad, mandando en el campo bajo la batuta de Bruno Fernandes, los visitantes se impusieron claramente en un primer acto que dominaron con dos goles de ventaja. El primero transformado por el portugués con un lanzamiento de penalti, suerte que sigue siéndole favorable, tras haber forzado él mismo esa pena máxima. Esa diana en el 27’ sería la primera, porque en el descuento era el joven Mason Greenwood, que también ha retornado en plena forma del confinamiento, quien anotaba el segundo gol, un golazo para los suyos.
Después de esa exhibición de contundencia en el primer acto, los visitantes esta noche en Birmingham fueron un auténtico rodillo ante su rival. En la segunda parte siguieron dominando el juego, buscando ampliar ese marcador y lo consiguieron con el gol de Paul Pogba en el 58’.
El francés ha encontrado poco a poco su mejor versión en este reinicio de la competición, y junto a Bruno Fernandes da una gran solidez y capacidad de resolución en el centro del campo de los de Old Trafford.
Por tanto, el equipo de los diablos rojos logró una importante victoria que reafirma su gran estado de forma y que lo mantiene en un gran sprint final que tiene esa plaza de Liga de Campeones como gran objetivo. Solskjaer ha encontrado la fórmula y tiene una plantilla joven y competitiva con la que armar un gran proyecto. El Manchester United vuelve a ser reconocible.
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