Fracasa histórico tratado global contra la contaminación por plásticos

Según fuentes cercanas al proceso, "el texto presentado por el embajador ecuatoriano Luis Vayas a altas horas de la noche fue recibido con más dudas que aplausos". Aunque mejoraba sustancialmente la versión anterior —calificada como "inaceptable" por la mayoría—, mantenía corchetes en al menos 12 artículos clave, evidenciando las profundas divisiones entre naciones.
Greenpeace no tardó en reaccionar. "Este fracaso no es técnico, es político", declaró su portavoz mientras activistas desplegaban una pancarta frente al edificio. "Detrás de cada corchete hay un lobby petrolero presionando", añadió, revelando que al menos 143 representantes de la industria habían acreditado como observadores.
Pese al panorama, hay un rayo de esperanza: 67 países firmaron una declaración paralela comprometiéndose a "implementar medidas domésticas estrictas" mientras se reactivan las negociaciones. Entre ellos, México sorprendió al anunciar que "avanzará con una tasa gradual a envases no reciclables", medida que podría replicarse en otros mercados emergentes.
El silencio de las grandes potencias petroleras al finalizar la cumbre contrastó con el bullicio de las ONGs. Mientras recogían sus pancartas, un veterano negociador africano susurró a su equipo: "Hoy perdimos una batalla, pero la guerra contra el plástico apenas comienza". Sus palabras resonaron en los pasillos vacíos, donde quedaron esparcidos —irónicamente— varios vasos desechables.