A cuatro décadas de debutar en las Grandes Ligas con los Dodgers de Los Ángeles, y a 39 de asombrar al planeta entero tras saltar a la fama en 1981, el legendario pitcher sonorense Fernando Valenzuela fue condecorado con el Premio Nacional del Deporte 2020.
La Comisión Nacional del Deporte y Cultura Física (Conade) anunció a los diez ganadores del PND y entre ellos sobresale el “Toro” quien se convirtió en el octavo sonorense en recibir esa honrosa distinción tras ser premiado en la categoría de Trayectoria Destacada.
El ex lanzador zurdo habrá de unirse a la saeta Ana Gabriela Guevara (lo recibió tres veces en 1999, 2004 y 2005), al jinete Manuel Mendívil (1980), al corredor Alejandro Cárdenas (1999), y al saltador Luis Rivera (2013), así como a los para-atletas Rebeca Valenzuela (lanzamiento de bala en 2016) y Luis
Alberto Zepeda (lanzamiento de disco en 2016); y al juez de gimnasia artística César Valenzuela (2019).
El evento de entrega de reconocimientos está programado para el próximo 20 de noviembre en la Ciudad de México, en el marco de los festejos del aniversario del inicio de la Revolución Mexicana en una ceremonia que encabezará el Presidente de la República bajo protocolos de seguridad sanitaria.
Valenzuela -originario de Etchohuaquila y quien el 2 de noviembre cumplirá 60 años- irrumpió en las Ligas Mayores el 15 de septiembre de 1980 cuando entró de relevo con los Dodgers de Los Ángeles en un juego ante los Bravos de Atlanta, pero no fue sino hasta el año entrante cuando su carrera empezó a encumbrarse.
En 1981 se robó el show: conmocionó a toda una generación dando paso a la célebre “Fernandomanía”, como se le conoció a la manera en que consternó a cientos de miles de fanáticos mexicanos y de otras naciones, pues supo triunfar en el mejor beisbol del mundo siendo apenas un jovenzuelo de 20 años de edad nacido en un desconocido pueblo mexicano.
El “Toro” tuvo un inicio sobrehumano con marca de 8-0 y 0.50 de efectividad, incluyendo cinco blanqueadas, causando furor pues su arranque sigue considerado como uno de los mejores para cualquier pitcher en la historia de las Grandes Ligas de Beisbol.
Sus números (13-7 y 2.48 de carreras limpias admitidas, 11 juegos completos, 8 blanqueadas y 192.1 entradas lanzadas) le valieron la distinción de los premios Cy Young y Novato del Año de la Liga Nacional para convertirse en el primer ligamayorista en atesorar esa doble hazaña en una misma temporada.
Todavía redondeó la campaña de ensueño ganando el tercer juego de la Serie Mundial a los Yanquis de Nueva York y así reanimar a los Dodgers, que en ese momento estaban atrás 0-2 en el Clásico de Otoño, para posteriormente alzarse con el título en seis encuentros.
En total Valenzuela tiró hasta 1990 con Los Ángeles e incluso llegó a lanzar un juego sin hit ni carrera el 29 de junio de ese mismo año ante los Cardenales; también vistió las franelas de los Angelinos de California, Orioles de Baltimore, Filis de Filadelfia, Padres de San Diego y la de los mismos “pájaros rojos” de San Luis, que fue su último equipo en 1997.
El sonorense dejó números de por vida en las Grandes Ligas de 173 ganados y 153 perdidos con un promedio de carreras limpias admitidas de 3.54 además de ponchar a 2,074 en 2,930 innings, a lo largo de 17 temporadas.
El mejor desempeño en su carrera, en cuanto a cifras, fue en 1986 en donde registró marca de 21-11 (fue líder en juegos ganados de la Liga Nacional) y 3.14 de efectividad incluyendo 20 juegos completos (la mayor cantidad en el llamado viejo circuito) lanzando para los Dodgers de Los Ángeles.
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