Con los Cardenales de Arizona perdiendo por cuatro el domingo contra los Bills Buffalo, y tiempo de juego para solo una o dos jugadas más, el mariscal de campo de los Cardenales, Kyler Murray, corrió para ganar extender una jugada cerca del medio campo.
Después lanzó profundo en dirección a DeAndre Hopkins –el clásico ‘Ave María’ de último recurso.
Con la victoria, Arizona se coloca 6-3 en la división NFC Oeste, empatado con Carneros de Los Angeles y Halcones Marinos de Seattle –de momento la división más competida en la NFL (más que la NFC Este debido a la calidad de los equipos involucrados).
DeAndre Hopkins, sorpresivamente canjeado en la temporada baja por Houston, en nueve juegos tiene 67 recepciones para 861 yardas y cuatro anotaciones. Es segundo en el apartado de yardas aéreas, solo detrás de Stefon Diggs, al que derrotó en su electrizante mano a mano del domingo y también sigue al receptor de Bills con 67 recepciones en el año –igualado con el corredor de New Orleans Saints, Alvin Kamara.
Detrás de Hopkins, Christian Kirk tiene 427 yardas aéreas y 46 objetivos- mientras que DeAndre ha sido buscado en 88 ocasiones por Murray.
Larry Fitzgerald tiene 274 yardas con 35 recepciones en 47 objetivos. Claramente el ex Clemson de primera ronda en el draft 2013, llegó a Arizona para convertirse en el arma principal de la ofensiva aérea.
Kyler Murray por su parte es 13ro en yardas totales con 2,375. Es 11ro en pases de anotación con 17 y 10mo en QBR con 75.1.
Sin embargo, es un mariscal de campo muy difícil de enfrentar no solo por sus cualidades como pasador, sino que es uno de los más escurridizos y veloces QB de la liga. Es el octavo jugador de la NFL en yardas terrestres con 604 yardas –ningún otro mariscal de campo tiene más que él.
Y es primero en promedio de yardas por intento con 6.9 –Nick Chubb, el poderoso corredor de Cafés, le sigue con 6.1.
Es segundo en anotaciones terrestres con 10 –seis más que DeAndre Hopkins y seis más que Kenyan Drake, el corredor nominal de Arizona.
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