Jaime Lozano, de 45 años, pagó cara la inexperiencia como seleccionador, tanto dentro como fuera de la cancha, pero no es el único responsable de una crisis que tiene raíces más profundas en la Selección Mexicana.
Poco más de un año después de haber sido nombrado entrenador definitivo para el Mundial del 2026, quedó fuera del cargo y México de nueva cuenta está a la búsqueda de un entrenador que sea capaz de llevarlos a los cuartos de final en una Copa del Mundo.
Lo primero será hacer oficial la llegada Javier Aguirre para un tercer mandato al frente del Tri luego de dirigir en las Copas del Mundo de Corea y Japón 2002 y Sudáfrica 2010 en las que alcanzó los octavos de final.
Los actuales dirigentes llegaron a sus cargos luego del fracaso en el Mundial de Qatar donde México se quedó fuera en fase de grupos por primera vez desde 1978 en medio de promesas de cambios profundos y de respeto a los procesos de trabajo y en poco más de un año ya despidieron a dos entrenadores.
De acuerdo con el comunicado de la Federación Mexicana, sería la primera semana de agosto cuando se haga oficial el regreso de el “Vasco”, quien tendría un mes antes de debutar en partidos amistosos ante Nueva Zelanda y Canadá.
Además de la llegada de Aguirre es probable que haya cambios en el organigrama. Duilio Davino, director de selecciones nacionales, tuvo una agria relación con Aguirre y lo cesó como entrenador de Rayados por lo que se ve complejo que vuelvan a laborar juntos.
Adicionalmente, tanto Davino como el presidente de la Federación Mexicana, Ivar Sisniega, garantizaron la permanencia de Lozano sin importar los resultados y su credibilidad se ha reducido drásticamente.
Aguirre no es la mejor opción, pero sí la que mejor se adapta al entorno que vive actualmente el seleccionado y sus dirigentes.
Aguirre, a diferencia de Lozano, sí contará con un apoyo total del alto comisionado Juan Carlos Rodríguez. No es secreto que tienen una relación amistosa desde hace muchos años y que el “Vasco” siempre fue el técnico que la “Bomba” quería en el cargo.
El entrenador de 65 años hereda una de las generaciones menos dotadas en los últimos años, pero sí algo ha mostrado el entrenador en su larga carrera en la Liga de España es que sabe potenciar equipos donde el talento no abunda.
El uruguayo Guillermo Almada tiene cartas credenciales suficientes para aspirar al nombramiento, pero por diferencias entre dirigentes difícilmente será considerado.
En su paso por el fútbol mexicano con Santos y Pachuca, Almada ha mostrado una gran capacidad para trabajar con jóvenes mexicanos, una cualidad que le vendría bien a un seleccionado mexicano al que le urge un auténtico cambio generacional.
Las posibilidades de Almada se reducen porque pertenece al Grupo Pachuca, un antagonista de los actuales dirigentes.
El dueño del equipo, Jesús Martínez, propuso al argentino Marcelo Bielsa como sucesor de Gerardo Martino y su intento ni siquiera fue considerado. Proponer ahora a su propio entrenador no sería una elección muy popular.