Marco Verde, el pugilista sinaloense, se quedó a las puertas del oro en los Juegos Olímpicos de París. En la final de la categoría de los medianos, Verde cayó ante el uzbeko Asadkhuja Muydinkhujuaev por un contundente 5-0 en la cancha central del complejo de tenis de Roland Garros.
A pesar de la derrota, Verde demostró su valentía y determinación, yendo hacia adelante en todo momento. Sin embargo, Muydinkhujuaev, con su movimiento constante y habilidad para mantener la distancia, logró tomar una ventaja temprana en los dos primeros asaltos.
Verde, en un intento desesperado por remontar, se lanzó con todo en el tercer asalto, obteniendo la victoria en las cinco tarjetas. Sin embargo, la diferencia acumulada en los asaltos anteriores era demasiado grande para remontar.
A pesar de la medalla de plata, Verde se convirtió en un héroe para el boxeo mexicano, sumando la quinta medalla para México en estos Juegos Olímpicos. Su logro también le otorga a México su cuarta presea plateada en el boxeo olímpico, lo que posiciona al pugilismo como la segunda disciplina con más medallas para la delegación azteca, sólo superada por los clavados.
Con esta presea, Verde también emuló la historia familiar. Su padre, Manuel Verde, participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, pero fue eliminado en primera ronda. Marco, con su medalla de plata, logró el éxito que su padre no pudo alcanzar.
"Marco Verde, ¡un orgullo para México! ????????????. Su medalla de plata demuestra el talento y la disciplina del boxeo mexicano. ¡Enhorabuena, campeón!" - @CONADELa medalla de plata de Marco Verde se suma a las conseguidas por la judoca Prisca Awiti y la dupla de Osmar Olvera y Juan Celaya en la prueba de clavados sincronizados desde el trampolín de tres metros.
Esta es la tercera medalla plateada para México en los Juegos Olímpicos de París, un logro que llena de orgullo a todo el país.