Con un empate sin goles ante Canadá, México cerró sus dos encuentros de preparación en la fecha FIFA en los que dejó en claro que al equipo le falta mucho camino por recorrer para recuperar el nivel de dominio en la Concacaf.
Ante un Nueva Zelanda que opuso poca resistencia, los mexicanos se impusieron por 3-0, un marcador amplio para lo expuesto sobre el campo, ya que el equipo repitió varios tramos de inoperancia.
Contra los canadienses, los mexicanos salieron a competir con más testosterona que ideas tácticas. Apenas realizaron dos tiros a puerta.
Más allá de los resultados, los dos encuentros dejan varias conclusiones.
Durante una larga carrera en el fútbol de España, el “Vasco” dejó un sello en cada uno de los equipos donde dirigió: priorizar el orden defensivo, pelear cada balón y tratar de apostar más por el fútbol directo que a la posesión de la pelota.
Aunque Aguirre dijo que el estilo de su selección no está definido, parece claro que será muy parecido a lo que hacían sus equipos en España, como Atlético de Madrid, Osasuna y Mallorca.
“Algo que nos pasó en la Copa América y que nos seguía pasando era que a veces éramos un poco nobles (en la pelea por balones) y terminaban jugadas en tiro de esquina o de peligro. Hoy la idea es decir ‘pasa el balón o pasa el jugador’. Es algo que hay que hacer inteligentemente para no ganarte amarillas”, dijo el zaguero Johan Vázquez.
Esa idea de Aguirre fue exitosa porque México dejó su arco en blanco en ambos partidos a pesar de que cambió a los porteros y que hubo modificaciones de jugadores en la zaga.
Santiago Giménez es el mejor delantero mexicano de la actualidad, pero sigue sin trasladar su buena forma con su club al cuadro nacional.
Giménez tuvo sólo una oportunidad ante Canadá, pero el portero Dayne St. Claire estuvo atento para cerrarle el espacio.
El ariete del Feyenoord acumula 14 encuentros sin marcar con su selección. Su último tanto fue en julio del año pasado en la final de la Copa Oro ante Panamá.
“Son partidos opacos, de pocas ocasiones y no estoy preocupado. Apenas llevamos dos partidos con ‘Santi’, Henry (Martín) y ‘Memo’ (Martínez), ellos saben que (el gol) no me importa”, dijo Aguirre. “Estoy contento con la generación de espacios, la presión sin balón, el movimiento descarga, me gustó el comportamiento de todos, si meten o no gol, es irrelevante”.
Por segundo partido consecutivo, los aficionados de la selección mexicana en Estados Unidos le dieron la espalda al equipo.
Ante Nueva Zelanda, en el Rose Bowl de Pasadena, acudieron 25.271 hinchas a ver al Tri, mientras que en el AT&T de Arlington, Texas, la asistencia fue de 32.623.
“La gente que estaba detrás del banco me saludó con entusiasmo y fervor y 35.000 personas no está mal”, dijo Aguirre. “No sé si abuchearon, no escuché, pero la gente es soberana y hace lo que le nace. A mí sí me gustó el equipo mexicano”.
Por años, los seguidores de la selección en Estados Unidos llenaban los distintos escenarios en los que se presentaba su equipo, muchas veces sin importar que se tratara de partidos amistosos con jugadores sólo de la liga mexicana.
Los fracasos en el Mundial de Qatar 2022 y en la pasada edición de la Copa América parecen estar cobrando factura. Aunque las entradas estuvieron lejos de ser buenas, quedaron lejos de la peor asistencia reciente — los 15.391 cuando México enfrentó a Guatemala en el Cotton Bowl de Dallas, por la Copa Oro de 2021.
Los siguientes partidos de México se realizarán en casa en octubre próximo. El primero será ante el Valencia de España, en Puebla, y el segundo en Guadalajara, ante su clásico rival Estados Unidos. El choque ante los estadounidenses ya agotó todas las asistencias en el estadio Akron, que tiene capacidad para 49.850 aficionados.