Mutombo, quien jugó 18 temporadas en la liga, se convirtió en un símbolo del juego gracias a su formidable bloqueo de tiros y su icónico "finger wag" - un gesto que se convirtió en un sello personal y que se extendió a través de generaciones de jugadores. El ex centro de la NBA, quien se retiró en 2009, fue reconocido por su trabajo humanitario, especialmente en su natal República Democrática del Congo, donde fundó la Fundación Dikembe Mutombo en 1997.
Su labor en la Fundación se centró en mejorar la salud, la educación y la calidad de vida de los habitantes del Congo. La iniciativa de Mutombo culminó con la construcción de un hospital de 170 camas en Kinshasha, la capital del país, el cual ha brindado atención médica a cerca de medio millón de personas, independientemente de su capacidad de pago.
"Dikembe fue simplemente más grande que la vida misma", declaró Adam Silver, comisionado de la NBA. "En la cancha, fue uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, puso su corazón y alma en ayudar a los demás".
"No había nadie más calificado que Dikembe para servir como el primer embajador global de la NBA. Era un humanitario en su esencia. Amaba lo que el baloncesto podía hacer para impactar positivamente a las comunidades, especialmente en su República Democrática del Congo natal y en todo el continente africano. Tuve el privilegio de viajar por el mundo con Dikembe y ver de primera mano cómo su generosidad y compasión elevaban a las personas. Siempre fue accesible en los eventos de la NBA a lo largo de los años, con su contagiosa sonrisa, su profunda vozarrón y su característico "finger wag" que lo hizo querido por los fanáticos del baloncesto de todas las generaciones".
Mutombo, quien hablaba nueve idiomas, también fue miembro de las juntas directivas de varias organizaciones como Special Olympics International, la CDC Foundation y el Fondo de los Estados Unidos para UNICEF. Su legado continúa inspirando a personas en todo el mundo, recordándonos que la grandeza no solo se mide por los logros en el deporte, sino también por el impacto que se tiene en las vidas de otros.