Si bien su expulsión hace 35 años se percibía como un castigo de por vida, la regla adoptada por la junta directiva del Salón en 1991 prohíbe la inclusión de cualquier persona en la lista de inelegibles permanentes, y esto incluye a Rose.
A pesar de las numerosas voces que claman por su inclusión, incluso el ex presidente Donald Trump se sumó a la petición: “¡Háganlo ahora, antes de su funeral!”, escribió en Truth Social. Sin embargo, la postura del Salón de la Fama se mantiene firme. “Sí, lo entendemos, él rompió la regla cardinal. Debería ser prohibido del béisbol bajo esa regla de por vida”, afirma el veterano locutor Bob Costas. “Pero alguien consiguió esos 4.256 hits y esos tres campeonatos de bateo. Pónganlo en el Salón de la Fama, pónganlo al pie de su placa ‘vetado del béisbol en 1989, de por vida’”.
A pesar de las solicitudes de reincorporación en 1997 y 2002, Rose sigue excluido del béisbol. El actual comisionado Rob Manfred rechazó su reincorporación en 2015, argumentando que sería un riesgo para la integridad del deporte.
La polémica sobre la inclusión de Rose en el Salón de la Fama continúa, mientras su legado como jugador permanece intacto.