Aaron Nola hace historia con los Filis en noche de récord y superación

Nola (5-10) mantuvo a raya a los Mellizos de Minnesota durante ocho entradas, permitiendo apenas dos hits y acumulando nueve ponches sin otorgar ni una sola base por bolas. Lo más impresionante: lo hizo arrastrando lesiones en el tobillo y las costillas, en una temporada donde la consistencia ha sido su mayor desafío.

"Es un tipo que siempre encuentra la manera de competir, incluso cuando las cosas no están a su favor", comentó un scout presente en el juego, quien prefirió mantener el anonimato.

El momento cumbre llegó en la quinta entrada, cuando Nola ponchó a Edouard Julien para alcanzar los 1,872 ponches en su carrera, superando a Robin Roberts y colocándose como el segundo máximo ponchador en la historia de los Filis, solo detrás del legendario Steve Carlton.

La ofensiva de Filadelfia, que el miércoles rompió récords con ocho jonrones, aportó lo necesario:

• Edmundo Sosa (Panamá) conectó un solitario en la quinta
• Alec Bohm elevado de sacrificio en la primera
• Brandon Marsh doble productor en la sexta

El único desliz de Nola fue un jonrón solitario del puertorriqueño Christian Vázquez en la sexta entrada, que rompió el hechizo de juego perfecto. Sin embargo, el derecho ya había demostrado algo más valioso que estadísticas: en plena antesala de playoffs, recordó que sigue siendo un arma letal para los campeones del Este de la Liga Nacional.

Lo curioso: a pesar de sus 16 aperturas en postemporada con Filadelfia, el manager Rob Thomson no lo incluyó entre los tres abridores programados para la Serie Divisional. "Estamos considerando todas las opciones", había dicho Thomson antes del juego, dejando entrever que Nola podría aparecer desde el bullpen, un rol completamente nuevo para él.

Con esta actuación, el lanzador de 30 años no solo calló críticas, sino que envió un mensaje claro: cuando octubre llegue, él estará listo. Sea como sea.

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