Los Yankees no solo jugaban contra Baltimore; competían contra el reloj y contra Toronto en una pelea donde los números se vuelven poesía.
Fue Giancarlo Stanton quien encendió la chispa en la primera entrada, mandando la pelota a las gradas con su jonrón número 48 de la temporada, un disparo que no solo puso a Nueva York al frente, sino que lo colocó como líder indiscutible en las Grandes Ligas este año. "Cuando conecta así, parece que el tiempo se detiene", comentó un scout desde las tribunas.
- 5 carreras impulsadas por Stanton, incluyendo un cuadrangular de 451 pies.
- 52 jonrones para Aaron Judge, quien respondió en la tercera entrada con un vuelacercas clave.
- 6 victorias consecutivas para los Yankees, su mejor racha en la recta final.
El pitcheo de Baltimore no tuvo respuestas.
Chris Rogers, quien antes permitía apenas 0.5
jonrones por juego, vio cómo su récord se desmoronaba:
3 cuadrangulares en solo 3 entradas, igualando su peor marca personal desde 2022. Mientras,
Will Warren (9-8) superó el bache inicial y logró contener el ataque oriol en momentos críticos.
Detrás de los números hay historias que definen temporadas: Judge, con un promedio de
.330, no solo persigue el título de bateo; cada swing suyo parece tallar su nombre más profundo en la leyenda del equipo. Stanton, por su parte, ha convertido su regreso tardío (debutó el 16 de junio) en una declaración:
23 jonrones en 75 juegos, demostrando que cuando está saludable, su poder sigue siendo imparable.
El dato que resuena en el vestuario: 58 veces han conectado jonrones en el mismo partido Judge y Stanton. Cuando eso pasa, los Yankees ganan el 87% de los encuentros. No es coincidencia; es una sinfonía de poder que ahora los tiene a un paso de forzar un desempate que nadie quiere perderse.
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