La presión es palpable en ambos equipos, especialmente considerando las numerosas bajas que han sufrido recientemente.
Chile, bajo el mando del argentino Ricardo Gareca, busca reencontrarse con el triunfo y salir del pozo en el que se encuentra. La "Roja" ocupa el penúltimo lugar en la tabla de clasificación, con solo cinco puntos y cuatro derrotas en sus últimos cinco partidos. Las lesiones y suspensiones han diezmado el equipo, con la ausencia de figuras clave como Matías Catalán, Paulo Díaz, Erick Pulgar, Vicente Pizarro, Mauricio Isla y Arturo Vidal. A estas bajas se suman las inesperadas lesiones musculares de Marcelino Nuñez y Gabriel Suazo, dos de los pocos jugadores que han mantenido la regularidad en el equipo.
"Son inconvenientes que tienen que ver con suspensiones, lesiones, ausencias", explicó Gareca en una rueda de prensa. "Y uno solo puede ir evaluando alternativas, lo que nos lleva a tomar un poco más de tiempo para tomas decisiones”, agregó.El entrenador argentino se ha visto obligado a realizar cambios de última hora, incluyendo la convocatoria de emergencia del mediocampista Ulises Ortegoza del Talleres de Córdoba. La incertidumbre sobre la alineación titular es grande, con Gareca declarando que definirá el equipo el mismo día del partido.
Brasil, por su parte, también enfrenta un panorama complejo. A pesar de estar en la zona de clasificación directa al Mundial, la Canarinha ha caído en un bache de resultados, con cuatro derrotas en sus últimos cinco partidos. Las críticas han arreciado sobre el seleccionador Dorival Júnior, quien se enfrenta a la difícil tarea de recomponer un equipo diezmado por las lesiones.
La ausencia de Vinicius Junior, quien sufrió una lesión cervical en el partido del Real Madrid contra el Villarreal, es una baja sensible para la ofensiva brasileña. A esta se suman las bajas por lesión de Eder Militao, Alisson Becker, Guilherme Arana y Gleison Bremee.
Pese a los huecos, la Canarinha apostará por una formación ultraofensiva en su misión por sumar puntos y así permanecer en la zona que otorga pases directos al evento planetario, que en 2026 se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.El partido entre Chile y Brasil promete ser un encuentro intenso y lleno de emociones. La presión y la necesidad de sumar puntos estarán presentes en el campo, mientras que las bajas en ambos equipos añaden un factor de incertidumbre que convierte al encuentro en un verdadero enigma.