La escena es común: LeBron James, el máximo anotador de todos los tiempos de la NBA, finaliza sus sesiones de entrenamiento lanzando tiros junto a su hijo, Bronny James. Este momento, que parece sacado de una película, es una realidad para el astro del baloncesto y para los aficionados al deporte.
LeBron James, a punto de cumplir 40 años, ha logrado cumplir un sueño que parecía imposible: jugar junto a su hijo en la NBA. Esta dupla única, que se formó en la pretemporada, se convertirá en la primera de padre e hijo en disputar un encuentro de la temporada regular en la NBA, jugando para el mismo equipo.
"Es una sensación especial, una sensación distinta trabajar con él", afirmó LeBron James. "Cuando llegas a trabajar todos los días, quieres intentar ayudar mutuamente. Es un mal día, lo ayudas a levantarse... Hay cosas que podemos hacer que no puedo poner en palabras".
La llegada de Bronny a los Lakers ha generado una gran expectación. Si bien esta experiencia se presenta como una oportunidad única para la familia James, también ha despertado críticas y debates sobre posibles casos de favoritismo y nepotismo.
"No será una situación fácil de navegar", admitió Stan Van Gundy, reconocido entrenador y comentarista de la NBA. "Habrá mucho ruido rodeando a Bronny. Si no juega, la gente va a querer que juegue al lado de LeBron. Si juega, la gente dirá que no lo merece. Pero creo que la atención debe ser que esto es algo para celebrar, es algo increíble y que no veremos mucho".
La historia del deporte ha visto pocas duplas de padre e hijo jugando juntos. Pero LeBron James, uno de los mejores jugadores de la NBA, sigue en la cima de su carrera. Los Lakers, con un equipo competitivo y un plantel que busca el campeonato, no pueden darse el lujo de jugar con la nostalgia.
Los primeros meses de Bronny James con el equipo han sido positivos. La directiva y sus compañeros lo han recibido con los brazos abiertos. Sin importar cuánto tiempo termine jugando junto a su padre, los Lakers han hecho historia en el baloncesto.