Robin Williams, ese genio capaz de transitar entre la risa y el drama con una naturalidad envidiable, estuvo a punto de sumarse al universo mágico más grande del cine.
Según revelaciones recientes, el protagonista de cintas como Mrs. Doubtfire y El indomable Will Hunting fue considerado para interpretar a Rubeus Hagrid en la saga Harry Potter. "Era imposible no pensar en él para el rol", comentó un miembro cercano al equipo de casting en entrevistas pasadas. La imagen de Williams con esa mezcla de rudeza y corazón habría sido, sin duda, un acierto.
Pero, ¿qué lo detuvo? La respuesta está en una política poco conocida de los estudios Warner Bros:
- Exclusividad británica: El director Chris Columbus y la productora exigieron que todo el elenco principal fuera originario del Reino Unido o Irlanda.
- Sin excepciones: Ni siquiera el estatus de estrella global de Williams pudo romper esta regla. "Era Hagrid o nada", explicó un insider.
- El resultado: El papel terminó en manos del escocés Robbie Coltrane, quien le dio al personaje ese toque entrañable que todos recuerdan.
Mientras que Coltrane dejó una huella imborrable en el papel, la sola idea de lo que Williams pudo haber creado sigue alimentando debates entre cinéfilos. No fue el único candidato rechazado por la política de nacionalidad —Tim Roth y Vin Diesel también sonrieron ante la posibilidad—, pero sí el más emblemático. Una pieza faltante en la filmografía de un actor que lo hizo todo... menos esto.
