A primera vista, Oshu parece una ciudad cualquiera, con calles tranquilas y un ambiente apacible. Sin embargo, basta con mirar un poco más de cerca para descubrir un ferviente amor por el "niño local" que se ha convertido en una leyenda.
Ohtani comenzó su trayectoria en el béisbol en las ligas infantiles locales, una ruta que lo llevó hasta la Serie Mundial, y la ciudad se enorgullece de cada paso que ha dado.
La estética de Hironobu Kanno, llamada "Seems", es un testimonio de este orgullo. Esta barbería se ha transformado en un santuario dedicado a Ohtani.
Kanno ha reunido una colección de más de 300 artículos relacionados con la superestrella, incluyendo camisetas firmadas, pelotas autografiadas, bates, guantes, fotos y hasta un bobblehead de Ohtani. La colección crece con cada visita de los fanáticos que llegan a Oshu, buscando un pedazo de la historia de su héroe.
Y no es solo Kanno quien muestra su admiración. El ayuntamiento de Oshu también exhibe con orgullo una colección de recuerdos, incluyendo una réplica de la mano derecha de Ohtani, una pieza que atrae a visitantes de todas partes de Japón, ansiosos por tocar la mano del ídolo.
El impacto de Ohtani en Oshu es innegable. El pequeño pueblo se ha convertido en un punto de peregrinaje para los fanáticos del béisbol, convirtiendo a Ohtani en un símbolo de orgullo y una fuente de inspiración para los habitantes de la ciudad.