La victoria ante la Roma se convertía en un partido crucial, un punto de inflexión que podía decidir su futuro.
La jornada del jueves se convirtió en una batalla de nervios. El Torino, con la urgencia de calmar las aguas, buscaba una victoria con uñas y dientes. Pero del otro lado, la Roma, con el ímpetu de Paulo Dybala, se presentaba como un rival formidable.
Fue el argentino quien se encargó de romper el hielo. Su gol en la primera mitad calmó las ansiedades y le dio a la Roma el control del partido. Los Giallorossi, con la victoria en la bolsa, lograron poner fin a una racha negativa de tres partidos sin ganar en la liga italiana.
En medio del fragor del encuentro, Juric logró respirar tranquilo. La victoria le brindó un respiro y lo mantuvo en su cargo. La Roma, por su parte, se colocaba en el puesto 12 de la tabla, mientras que el Torino se quedaba en la posición novena.
En otros partidos de la jornada, la Fiorentina logró escalar hasta la cuarta posición tras vencer al Genoa, que se encuentra en la última posición de la tabla. La victoria, que representó la sexta consecutiva para el conjunto Viola en todas las competiciones, fue gracias a un gol de Robin Gosens y a una destacada actuación del portero David De Gea.
La Lazio, que ocupa el quinto lugar, goleó al Como por un contundente 5-1. La victoria se cimentó en dos goles de Valentín Castellanos.
La jornada estuvo llena de emociones y sorpresas. La tensión, el drama y la alegría se combinaron para ofrecer un espectáculo de fútbol que mantuvo a la audiencia al borde de sus asientos.