El joven tenista estadounidense, conocido por su potencia y su carisma, fue protagonista de un incidente que le costó caro en el Masters de Shanghái.
En el fragor de un encuentro reñido contra Roman Safiullin, Tiafoe protagonizó un estallido de ira que le valió una multa de 120.000 dólares. Todo comenzó con un punto crucial en el tie-break del tercer set. Tras ser penalizado por una infracción de tiempo en el saque, Tiafoe, visiblemente furioso, descargó un torrente de improperios hacia el juez de silla, Jimmy Pinoargote.
* "Eso no es lo que soy y no es como quiero tratar a las personas", escribió Tiafoe en sus redes sociales, reconociendo su error y disculpándose por su comportamiento. "Dejé que mi frustración en el calor del momento se apoderara de mí y estoy extremadamente decepcionado de cómo manejé la situación".
A pesar de la gravedad del incidente, la ATP decidió no suspender a Tiafoe. Sin embargo, la multa económica impuesta al jugador, 60.000 dólares por mal comportamiento agravado y 60.000 por abuso verbal, es una clara señal de que la organización no tolera este tipo de actitudes.
La experiencia de Tiafoe en Shanghái es un recordatorio de que la disciplina y el control emocional son fundamentales en el tenis de alto nivel. La presión y la tensión pueden ser fuertes, pero es fundamental mantener la compostura para evitar que la frustración se convierta en un factor negativo que pueda afectar el futuro de un jugador.