El tight end George Kittle ha estado lidiando con una lesión en el tendón de la corva, lo que lo dejó fuera del último partido contra los Seahawks, donde el equipo sufrió una derrota de 20-17. Sin embargo, Kittle ha regresado a los entrenamientos de manera limitada y se muestra optimista sobre su participación en el próximo encuentro, afirmando: "No hay duda de que estaré listo para el domingo."
Por otro lado, la situación de Nick Bosa es más incierta. El cazador de cabezas se retiró del partido anterior debido a una lesión en la cadera izquierda, sumándose a una serie de problemas físicos que ha enfrentado esta temporada. Bosa comentó sobre su estado: "El lado izquierdo es incluso peor, pero estoy progresando." Su disponibilidad para el juego del domingo sigue siendo un tema de especulación.
La ausencia de Bosa se sintió profundamente en el último encuentro, donde los Seahawks, que promediaban 3.6 yardas por jugada antes de su lesión, lograron aumentar su rendimiento a 6.3 yardas por jugada tras su salida. Este cambio en la dinámica del juego ha dejado a los 49ers en una situación delicada, con un récord de 5-5 y un triple empate por el segundo lugar en la división Oeste de la Conferencia Nacional.
Además, el quarterback Brock Purdy también ha sido un punto de atención, ya que se limitó en los entrenamientos tras una lesión en el hombro derecho. A pesar de esto, el entrenador Kyle Shanahan se muestra confiado en que Purdy podrá estar en el campo el domingo.
Con el playoff a la vista y la presión aumentando, los 49ers deben encontrar la manera de superar estos desafíos y recuperar el rumbo en la temporada.