En un ambiente de celebración y emoción, el Estadio Nemesio Diez en Toluca fue testigo de un partido que prometía ser memorable. La Selección Mexicana se enfrentó a Honduras en la Concacaf Nations League, logrando una victoria contundente de 4 a 0. Sin embargo, la alegría de los aficionados se vio empañada por un incidente desafortunado que interrumpió brevemente el encuentro.
El momento crítico ocurrió en el minuto 71, cuando el delantero mexicano Henry Martín anotó el segundo gol. Durante la celebración, un grupo de aficionados lanzó objetos hacia el área técnica de la selección hondureña, impactando a un miembro del cuerpo técnico, específicamente al preparador físico. Este acto de violencia generó una atmósfera tensa, con los jugadores y el cuerpo técnico de Honduras rodeando al afectado y manifestando su descontento ante los árbitros.
A pesar de la interrupción, el partido se reanudó tras una breve pausa, y el juego continuó sin mayores incidentes en el campo. Honduras, por su parte, no logró revertir el marcador y, según algunos analistas, intentó “ensuciar” el partido con provocaciones tanto desde la banca como dentro del terreno de juego. No obstante, esto no afectó el rendimiento del Tricolor, que amplió su ventaja y aseguró su lugar en el Final Four de la Concacaf Nations League 2024.
Este avance representa un desafío significativo para el equipo dirigido por Javier Aguirre, que se preparará para enfrentar a Canadá en la siguiente fase. Sin embargo, el incidente en las gradas subraya la urgente necesidad de mejorar la seguridad en los estadios y fomentar un comportamiento adecuado entre los aficionados.
Aunque las autoridades aún no han emitido un comunicado oficial, se anticipa que la Concacaf tomará medidas para prevenir futuros altercados. La noche culminó con una victoria indiscutible para la Selección Mexicana, pero los eventos extradeportivos resaltan que aún hay áreas que requieren atención tanto dentro como fuera del campo.