Con el próximo Clausura 2025 a la vuelta de la esquina, la dirigencia debe tomar decisiones importantes para revertir la situación.
El problema no es nuevo. La falta de contundencia en el ataque y la poca efectividad del centro delantero han sido errores trascendentales que han llevado a la eliminación del equipo. La dirigencia tiene gran responsabilidad en este sentido, ya que el problema existía desde el año pasado y fue factor en la final que el equipo perdió ante Tigres en el Clausura del año pasado.
La falta de gol ha sido un problema persistente. El equipo genera pocas llegadas para su centro delantero y si eso se combina con la poca efectividad de ese jugador, ocurren eliminaciones como la de la víspera. La ficha de Javier Hernández, quien venía saliendo de una lesión, no ha sido la solución esperada. Aunque ya se recuperó, el "Chicharito" ha estado muy lejos de su mejor versión y apenas ha marcado un gol en dos torneos.
La dirigencia debe anunciar en los próximos días los pasos a seguir. Lo primero será saber si Juan Carlos Martínez, Fran Pérez Lázaro y Sergio Pérez Alonso continúan con el Comité Deportivo que asumió las funciones del director deportivo tras la salida del español Fernando Hierro a Arabia Saudí. Si todos son ratificados, entonces será el momento de saber si Arturo Ortega tiene los méritos suficientes para seguir al menos un torneo más.
Ortega, quien dirigía al Tapatío, la sucursal de inferiores, tomó el mando para los últimos seis partidos y no pudo llevarlos a la liguilla al dilapidar una ventaja ante el Atlas en los últimos minutos del partido del jueves. "Fue una situación de no tener contundencia, hoy no fue la excepción", dijo Ortega. "En esa zona de finalizar y concretar hay que ser más responsables, eso nos dejó fuera de conseguir una oportunidad de ir a la liguilla".
La situación es crítica y la dirigencia debe tomar decisiones importantes para revertir la situación. La falta de gol y la poca efectividad del centro delantero son problemas que deben ser abordados de manera urgente. La ficha de un nuevo delantero podría ser una solución, pero también es importante que el equipo trabaje en su juego ofensivo y en la creación de oportunidades de gol.
La espera es larga y la presión es alta. La dirigencia debe tomar decisiones que beneficien al equipo y a los aficionados. La situación es crítica y no hay tiempo que perder.