En medio de este torbellino de transacciones, un nombre resuena con fuerza: Cody Bellinger. Este jugador, de 29 años y con un historial impresionante, ha sido el centro de atención tras un movimiento que ha dejado a más de uno con la boca abierta. Su trayectoria, marcada por momentos gloriosos y algunos tropiezos, es sin duda una de las más interesantes del deporte.
Bellinger, hijo del ex-jugador de los Yankees, Clay Bellinger, quien contribuyó a los títulos de la Serie Mundial de 1999 y 2000, llega a la "Gran Manzana" procedente de los Cachorros de Chicago. Este traspaso, confirmado por una fuente anónima cercana a las negociaciones, implica una inversión significativa por parte de los Yankees. "Chicago enviará 5 millones de dólares a los Yankees como parte del intercambio," según la fuente.
El contrato de Bellinger es considerable: 27.5 millones de dólares en 2025, bajo la primera de dos opciones de jugador como parte de un acuerdo de tres años por 80 millones. A esto se suma una opción de 25 millones para 2026, con una indemnización por rescisión de 5 millones de dólares pagaderos en cuotas. Un detalle menos conocido es que su salario y las opciones del contrato están sujetas a ciertas condiciones de desempeño y salud.
Su rendimiento en esta última temporada con los Cachorros fue notable: .266 de promedio de bateo, 18 jonrones y 78 carreras impulsadas en 130 juegos. A pesar de una lesión que lo mantuvo en la lista de lesionados del 24 de abril al 7 de mayo por una fractura de costilla, su poder al bate se hizo evidente al final de la temporada. Cabe destacar su período entre los Dodgers de Los Ángeles, donde fue Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 2019 y contribuyó a la victoria en la Serie Mundial de 2020.
Por otro lado, la contraprestación por Bellinger es el lanzador derecho Cody Poteet, de 30 años. Poteet, quien ha tenido un camino interesante en las mayores, debutó con Miami en 2021, se sometió a una cirugía Tommy John en 2022 y tuvo un registro de 3-0 con una efectividad de 2.22 en cuatro aperturas y una aparición como relevista en la temporada pasada con los Yankees. Sin embargo, una distensión en el tríceps derecho lo mantuvo fuera de juego durante una parte considerable de la misma.
Este intercambio plantea muchas interrogantes sobre el futuro de ambos equipos y representa una apuesta significativa por parte de los Yankees, que buscan reforzar su ofensiva de cara a la próxima temporada. El impacto real de esta movida solo podrá verse en el terreno de juego.