Más allá de la rivalidad histórica, este encuentro presenta una narrativa única, un giro inesperado en la temporada.
El Atlético de Madrid, tras un inicio accidentado, ha experimentado una resurrección impresionante. Después de un periodo de adaptación para sus nuevos fichajes –nombres como Julián Álvarez, Conor Gallagher, Alexander Sorloth y Robin Le Normand–, el equipo de Diego Simeone ha encontrado su ritmo. Su racha de seis victorias consecutivas en La Liga los ha colocado a la par del Barcelona en la tabla de posiciones.
“Al principio a nosotros se nos decía que teníamos dudas y tal, y luego mira ellos, cómo iban, que estaban jugando un juego increíble”, comentó Pablo Barrios, mediocampista del Atlético, a la Cadena SER, haciendo referencia al inicio fulgurante del Barcelona y su posterior bajón. La clave del repunte rojiblanco reside en el buen funcionamiento de su delantera, con Antoine Griezmann, Álvarez (cinco goles en los últimos seis partidos) y Sorloth (un gol crucial contra el Getafe) liderando el ataque.
Por otro lado, el Barcelona, tras un comienzo de ensueño con Hansi Flick al mando, ha sufrido un descenso en su rendimiento. La victoria 4-0 contra el Real Madrid en octubre parece un lejano recuerdo. Desde entonces, solo dos victorias en sus últimos ocho partidos, incluyendo derrotas sorprendentes ante Las Palmas y Leganés, ensombrecen el panorama culé. El técnico alemán, Flick, reconoció su decepción, pero confía en la reacción de su equipo ante el Atlético.
La ausencia por lesión de Lamine Yamal, líder de asistencias de La Liga, agudiza los problemas para el Barcelona. Se espera que Raphinha ocupe su lugar, sumando así otra pieza clave a su ofensiva, acompañando a Robert Lewandowski, máximo goleador de la Liga con 16 tantos. Raphinha, por su parte, se ubica en el segundo lugar con 11 goles.
El encuentro se presenta como una batalla de estilos: el poderío ofensivo del Barcelona (50 goles) contra la solidez defensiva del Atlético (junto a la Real Sociedad, la defensa menos vencida con 11 goles). Un partido que, más allá de la lucha por el liderato, representa un clásico moderno del fútbol español, un choque de titanes con un final incierto.
El Real Madrid, por su parte, observa desde la tercera posición, a un punto de distancia, a la espera de su encuentro contra el Sevilla. Tanto el Atlético como el Real Madrid cuentan con un partido menos que el Barcelona, agregando aún más intriga a la lucha por el título.