Su trayectoria, llena de éxitos y reveses, ha dejado una marca imborrable en el deporte. Pero, ¿qué hay detrás de la leyenda?
Después de la vibrante victoria de los Seahawks sobre los Bears (6-3), Geno Smith, quarterback estrella del equipo, no dudó en expresar su admiración por el ex entrenador: “El entrenador Carroll es un ser humano especial. Cree en sus jugadores y siempre lucha. Tiene una forma única de ser, y eso es lo que admiro”. Sus palabras encontraron eco en otros jugadores clave.
Devon Witherspoon, esquinero de los Seahawks, añadió: “Es un entrenador muy querido por sus jugadores. Muchos gravitaremos hacia él si consigue un nuevo trabajo. Sabe cómo hacer que el trabajo no se sienta como trabajo; por eso es divertido jugar para él”. Las declaraciones de los jugadores reflejan un sentimiento generalizado de respeto y aprecio por Carroll.
Según reportes de ESPN, Carroll estaría interesado en volver a los banquillos tras su paso como asesor en Seattle. Su historial habla por sí solo: 14 años al frente de los Seahawks, con 10 apariciones en playoffs y el histórico Super Bowl XLVIII. Un palmarés que se extiende al fútbol americano colegial, donde conquistó un campeonato nacional con USC, convirtiéndolo en uno de los cuatro entrenadores en alcanzar la gloria en ambos niveles. Nombres como Jimmy Johnson, Barry Switzer y Jim Harbaugh comparten este exclusivo club.
La búsqueda de un nuevo entrenador es una prioridad para varios equipos, incluyendo a los Bears, que buscan reemplazo para Matt Eberflus, tras seleccionar a Caleb Williams en el draft. Los Giants y los Saints también se encuentran en la misma situación. En Seattle, el legado de Carroll se extiende más allá de los títulos. Leonard Williams, ala defensiva llegado vía intercambio, comentó: “Solo jugué con él ocho semanas, pero es un gran entrenador. Me hubiera gustado jugar más tiempo para él”. Su impacto en el desarrollo de jugadores como Geno Smith, guiado junto con Shane Waldron, es innegable.
El futuro de Pete Carroll aún está por escribirse, pero una cosa es cierta: su huella en la NFL es profunda e indeleble. Su influencia, más allá de las estrategias y los resultados, se refleja en la admiración y el respeto que le profesan los jugadores que tuvieron la oportunidad de trabajar a su lado.