En medio de este frenesí competitivo, una figura joven está emergiendo con una fuerza inesperada, reescribiendo los pronósticos y dejando a todos con la boca abierta.
Hablamos de Jayden Daniels, el mariscal de campo novato de los Washington Commanders. Su nombre, antes quizás desconocido para muchos, ahora resuena con fuerza en los círculos de la NFL. No solo por sus lanzamientos precisos, sino también, y quizás más sorprendentemente, por su explosiva capacidad para correr con el balón. Este joven talento está rompiendo récords y redefiniendo lo que significa ser un mariscal de campo en la liga.
Daniels ha superado a leyendas como Robert Griffin III, la última gran promesa de Washington, en yardas terrestres para un mariscal de campo novato. Sus 864 yardas lo colocan como el máximo corredor del equipo, incluso superando a Brian Robinson Jr., quien a pesar de las dificultades, sigue siendo pieza clave en el equipo. El promedio de yardas por acarreo de Daniels también es superior al de Robinson, una muestra clara de su eficiencia.
“Ese chico es una bestia absoluta,” declaró Raheem Morris, entrenador de los Atlanta Falcons, tras presenciar en primera fila la destreza de Daniels en el terreno de juego. “Es difícil de derribar. Es un infierno sobre ruedas.” Un testimonio que resume el impacto que este jugador está teniendo en la liga.
Su contribución se extiende más allá de las yardas terrestres. Daniels ha lanzado para 25 touchdowns, sumando un total de 31 touchdowns (25 por pase y 6 por tierra) combinados, cifra que lo coloca en el tercer lugar entre los mariscales de campo novatos con mayor cantidad de anotaciones en la historia de la NFL, solo detrás de Justin Herbert (36 en 2020) y Cam Newton (35 en 2011).
Pero ahí no termina la historia. La capacidad de Daniels para brillar bajo presión es excepcional. Sus cinco touchdowns en los últimos 30 segundos del tiempo reglamentario o en tiempo extra son una marca sin precedentes para un mariscal de campo novato desde la fusión AFL-NFL de 1970. Esto habla de su madurez, su frialdad y su capacidad para liderar al equipo en momentos decisivos.
Para Zach Ertz, ala cerrada de los Commanders, “Es el novato más maduro con el que he estado. Ya sea en las OTAs o con la oportunidad de ir a los playoffs, él es literalmente el mismo chico.” Una declaración que resalta la consistencia y la templanza de Daniels, cualidades cruciales para un jugador de su posición.
Su impacto en la ofensiva de los Commanders, quinta en anotaciones de la NFL, es innegable. La movilidad de Daniels abre espacios para sus compañeros, convirtiéndolo en un arma letal y un líder nato para su equipo. Su futuro en la NFL, al parecer, luce brillante y lleno de posibilidades.