En Chicago, la situación es particularmente compleja. Los Bears, tras una temporada decepcionante con un récord de 4-12, están inmersos en la búsqueda de un nuevo entrenador en jefe. El nombre de Kliff Kingsbury, coordinador ofensivo de los Washington Commanders, ha surgido con fuerza en los últimos días.
Esta posibilidad no es arbitraria. La conexión crucial radica en la opinión de Caleb Williams, el quarterback estrella de los Bears, reclutado en la primera ronda del draft del año pasado. Williams, quien coincidió con Kingsbury en la Universidad del Sur de California, ha expresado su aprobación: “Sé qué tipo de persona es. Sé que ama el fútbol americano. Sé que quiere ganar. Es un competidor”, declaró el joven mariscal de campo.
Williams ha detallado las cualidades que busca en un entrenador: "Un entrenador que me desafíe, ya sea un coordinador ofensivo o un entrenador en jefe, y que también nos desafíe como jugadores, ya sea en el campo o en el carácter. Simplemente un coach que nos desafíe". Además, destacó la importancia de la disciplina y la coherencia en el liderazgo.
La decisión no es sencilla. Los Bears ya entrevistaron a Kingsbury para el puesto de coordinador ofensivo el año pasado, pero finalmente optaron por Shane Waldron, quien fue despedido tras solo nueve partidos. El despido de Matt Eberflus, el entrenador en jefe, a mitad de temporada, acentuó la crisis del equipo y generó una profunda reflexión sobre la dirección que debe tomar la franquicia.
Kingsbury, con experiencia como entrenador en jefe en Arizona (donde dejó un récord de 28-37-1) y actualmente liderando una ofensiva de alto rendimiento en Washington junto a otro novato prometedor, Jayden Daniels, se presenta como una opción interesante. Sin embargo, competirá con otros candidatos fuertes, entre ellos Ben Johnson, coordinador ofensivo de Detroit, y el rumoreado regreso de Pete Carroll.
El futuro de los Bears se encuentra en un punto crucial. La gerencia, con Ryan Poles como gerente general y Kevin Warren como presidente del equipo, llevará adelante la decisión, siendo Poles quien tendrá la última palabra en la selección del nuevo entrenador.
Mientras tanto, la incertidumbre rodea a la franquicia, con la necesidad de reconstruir la confianza y la esperanza entre la afición, que ha visto como una temporada llena de expectativas se ha convertido en una de las mayores decepciones de la NFL. Los Bears enfrentarán una extensa reconstrucción para recuperar el camino al éxito.