La pasión por el deporte rey se sentía en cada rincón, preparando el escenario para un encuentro crucial que definiría uno de los primeros títulos de la temporada.
Y es que el partido entre la Juventus y el Milan, disputado el viernes, prometía emociones fuertes. De hecho, la "Vecchia Signora" tomó ventaja en el primer tiempo gracias a una excepcional jugada. Kenan Yıldız, el delantero turco, culminó con un certero gol una asistencia magistral de Samuel Mbangula. Un golazo que silenció por momentos al sector rossonero.
Pero la historia dio un giro inesperado en la segunda mitad. El Milan, mostrando una garra innegable, logró la remontada. Primero, Christian Pulisic, el estadounidense, empató el marcador desde el punto penal al minuto 71, infundiendo esperanza en las gradas. Cinco minutos después, la fortuna se inclinó hacia el lado rossonero: un desafortunado autogol de Federico Gatti, tras un centro, selló la victoria del Milan por 2-1.
Este triunfo catapulta al Milan a la gran final de la Supercopa de Italia. Su rival será el Inter de Milán, vencedor del Atalanta en la otra semifinal. Una finalísima que promete ser explosiva, considerando que el Inter ostenta el título de las últimas tres Supercopas, un récord que el Milan buscará romper en la cita del lunes en Riad.
La rivalidad entre estos dos clubes milaneses, por supuesto, añade un condimento extra a esta final. Será un duelo cargado de historia, de orgullo y de pasión, digno de ser recordado por todos los aficionados al fútbol italiano, y que se disputará en el marco de un torneo que se ha consolidado como uno de los más atractivos del calendario internacional.