Los Phoenix Suns (16-19, duodécimos en la Conferencia Oeste) reciben a los Atlanta Hawks (19-18, séptimos en la Conferencia Este) en un encuentro interconferencia crucial. Se enfrentarán el jueves a las 19:00 horas tiempo de Sonora y Arizona en el Footprint Center, de Phoenix, un partido que definirá la moral de ambos equipos en este momento de la temporada.
Los Suns, con su estrella Devin Booker promediando 24.6 puntos y 6.8 asistencias, buscarán aprovechar la ventaja de jugar en casa donde su récord es de 10-8. Sin embargo, su desempeño en partidos cerrados (5-9 en juegos decididos por 10 puntos o más) genera cierta incertidumbre. La ausencia de Royce O’Neale por lesión de tobillo complica aún más las cosas para el equipo.
Por el lado de los Hawks, el liderazgo de Trae Young, con sus 22.6 puntos, 3.5 rebotes y 12.2 asistencias por partido, será fundamental. Atlanta, líder en la Conferencia Este en puntos anotados en la pintura (55.0 por juego), gracias a la potencia de Jalen Johnson (12.2 puntos de promedio), espera imponer su juego físico. Sin embargo, las lesiones están afectando al equipo: Kobe Bufkin está fuera por la temporada (hombro), Larry Nance Jr. está fuera (mano), y tanto Jalen Johnson como Cody Zeller son duda para el encuentro (hombro y asuntos personales, respectivamente).
El análisis de los últimos 10 juegos revela una disparidad: los Suns muestran un registro de 2-8, con un promedio de 106.3 puntos anotados, mientras que los Hawks presentan un 5-5, con un promedio de 120.3 puntos. Un dato curioso es que ambos equipos presentan un porcentaje de tiros de campo muy similar al de sus oponentes en los últimos partidos: 45.9% para los Suns y 46.4% para los Hawks. El promedio de puntos anotados por los Suns (111.8) contrasta con los 119.8 puntos permitidos por los Hawks, una diferencia notable que podría ser un factor clave en el resultado.
El partido se presenta como una batalla de estilos, una confrontación entre una ofensiva explosiva y una defensa sólida, aunque ambas con sus debilidades expuestas. El desarrollo del juego dependerá en gran medida del desempeño de las estrellas, el control del ritmo y, por supuesto, del manejo de las lesiones.