Hablamos de un conjunto con nombres como Kevin Durant, un anotador legendario; Devin Booker, tres veces All-Star; y Bradley Beal, otro All-Star con un currículum impresionante. A esto se suma la experiencia de un entrenador campeón como Mike Budenholzer. Sin embargo, la realidad es bien distinta a la expectativa. Con un récord de 17-19 a mitad de temporada, la situación se ha tornado compleja para la franquicia.
El inicio prometedor, con un arranque de 8-1, se desvaneció rápidamente tras una lesión de pantorrilla de Durant. A partir de ahí, una seguidilla de lesiones menores, pero constantes, en varios jugadores obligó a Budenholzer a reestructurar constantemente las rotaciones, desestabilizando el juego colectivo. El resultado: un pobre 9-18 desde el noveno partido, dejando al equipo en el duodécimo puesto de la Conferencia Oeste, fuera de los puestos de playoffs.
Pero las lesiones no son la única explicación. La integración del "Big Three", Durant, Booker y Beal, no ha sido fluida. “Es algo que va a tomar tiempo”, admitió Budenholzer, tras relegar a Beal a la banca en un intento por redistribuir la carga ofensiva. Este cambio, aunque ha mostrado resultados positivos en algunos partidos, no ha solucionado la falta de engranaje entre las estrellas.
Otro punto crítico es el rendimiento del pívot titular, Jusuf Nurkic. Sus 8.6 puntos por partido, su mínimo desde 2016, reflejan un bajo rendimiento. Incluso llegó a ser relegado a la banca, ausente en la victoria contra los Hawks. Todo esto, en un contexto de una plantilla entre las más costosas de la liga, con poca flexibilidad salarial y pocas opciones de draft para realizar intercambios.
La situación económica del equipo complica las soluciones. Beal percibe aproximadamente 50 millones de dólares esta temporada, y Nurkic 18 millones, ambos con contratos que se extienden al próximo año, limitando las posibilidades de intercambio. Además, una cláusula en el contrato de Beal impide cualquier canje. Se han mencionado posibles intercambios, incluso con figuras como Jimmy Butler, pero su incorporación parece difícil sin involucrar a Beal, una opción que parece improbable a corto plazo. El futuro de los Suns se vislumbra incierto, con la fecha límite de canjes acercándose.
Los Suns deberán decidir entre perseverar con su plantilla actual, realizar ajustes menores, o tomar una decisión radical. La incertidumbre reina en el desierto, y el destino de la franquicia se definirá en las próximas semanas.