Patrick Mahomes, el quarterback estrella de los Kansas City Chiefs, vivió este contraste a flor de piel. Mientras su esposa, Brittany, se preparaba para el nacimiento de su tercer hijo, él seguía de cerca, desde la sala de espera del hospital, el desarrollo de los juegos de comodines del domingo. Un padre dedicado y un competidor implacable, un hombre dividido entre dos pasiones.
La pequeña Golden Raye llegó al mundo, uniéndose a sus hermanos, una niña de 3 años y un niño de 2. “Brittany lo hizo increíble,” comentó Mahomes, visiblemente emocionado, antes de dirigirse a los entrenamientos para el crucial partido divisional contra los Houston Texans.
La buena fortuna acompañó a Mahomes. Los Chiefs habían asegurado el primer sembrado, lo que les otorgó un descanso en la primera ronda de playoffs. Esta ventaja inesperada le permitió estar presente en el nacimiento de su hija, sin la presión añadida de la preparación para un partido de eliminación directa. “Fue genial que obtuviéramos el descanso, solo porque realmente puedes concentrarte en estar en el hospital, estar en el momento,” reflexionó el jugador.
Ahora, con su familia completa, el dos veces MVP de la NFL puede enfocarse plenamente en el reto deportivo que le espera. Los Chiefs, favoritos para vencer a los Texans (con una ventaja inicial de 8 1/2 puntos según BetMGM), aspiran a un hito histórico: ganar tres Super Bowls consecutivos. Un objetivo ambicioso, pero no imposible para este equipo de alto rendimiento.
El camino hacia la gloria no está exento de obstáculos. La lesión de Jaylen Watson (tobillo roto) mantiene en incertidumbre su participación en el partido. “No estoy diciendo que pueda jugar un juego completo,” advirtió el entrenador Andy Reid, “pero creo que tiene una oportunidad de jugar seguro.” Además, la decisión sobre el titular en el tackle izquierdo, entre Joe Thuney y D.J. Humphries, aún está pendiente.
La salud del equipo, sin embargo, luce prometedora tras la semana de descanso. Reid se mostró optimista sobre las posibilidades de su equipo, destacando la buena actitud y el compromiso de sus jugadores. La expectativa es alta, la presión inmensa, pero el panorama para los Chiefs, a pesar de los desafíos, se vislumbra favorable.