Este fin de semana, la mirada de muchos estará puesta en el partido entre los Ravens de Baltimore y los Bills de Buffalo. Un encuentro que se antoja electrizante, pero que llega con ciertas incógnitas sobre la participación de algunos jugadores clave. Se trata de un duelo que definirá el futuro en la postemporada para ambos equipos.
En el bando de Baltimore, la principal duda gira en torno a Zay Flowers, el receptor que tuvo una temporada de ensueño. Su participación está en el aire debido a una lesión de rodilla sufrida en el último juego de la temporada regular contra los Browns de Cleveland. La lesión le impidió jugar el partido de comodines contra Pittsburgh, victoria que los Ravens lograron por 28-14.
El entrenador John Harbaugh se pronunció al respecto, dejando un halo de esperanza: “Creo que tendrá una oportunidad”, dijo el viernes. Una declaración que alimenta el optimismo, aunque la ausencia de Flowers en los entrenamientos de la semana no deja de ser preocupante. Su impacto es innegable, con una impresionante estadística de 74 recepciones para 1.059 yardas y 4 touchdowns, méritos que le valieron su nombramiento al Pro Bowl esta temporada.
No sólo Flowers genera incertidumbre. El receptor Deonte Harty también presenta problemas en la rodilla, catalogado como "cuestionable". Del otro lado de la cancha, los Bills reportan al corredor Ray Davis como "cuestionable" por una conmoción cerebral. La situación médica de estos jugadores definirá en gran medida el desarrollo del partido del domingo.
En resumen, el panorama previo al encuentro Ravens-Bills está matizado por la incertidumbre en torno a las lesiones. La ausencia de piezas claves podría inclinar la balanza a favor de uno u otro equipo, aumentando la emoción y la expectativa de un juego que promete ser inolvidable.