Este cambio de dinámica se está manifestando en resultados sorprendentes, llenos de emoción y tensión hasta el último segundo.
En el centro de este terremoto deportivo se encuentran los Rockets de Houston, un equipo que, lejos de ser un simple aspirante, se ha convertido en un contendiente serio. Su ascenso meteórico ha dejado boquiabiertos a muchos, particularmente después de su reciente victoria sobre los Celtics de Boston, vigente campeón de la NBA.
El encuentro, disputado el lunes por la noche, culminó con un marcador de 114-112, una victoria que supo a gloria para los Rockets. Amen Thompson, con una flotadora magistral sobre Jaylen Brown a 0.7 segundos del final, selló el triunfo ante la euforia de la afición y la frustración del equipo local. “Sentimos que podemos vencer a cualquiera, y esta gira fuera de casa realmente lo está demostrando”, declaró Thompson tras el partido, reflejando la nueva confianza del equipo.
Este triunfo no es un hecho aislado. Los Rockets, con un récord de 31-14, segundo lugar en la Conferencia Oeste, han encadenado una serie de victorias impresionantes. Su reciente racha incluye dos victorias consecutivas contra los Cavaliers de Cleveland, líderes de la Conferencia Este. Este hecho, según OptaSTATS, los convierte en el primer equipo en la historia de la NBA en ganar tres partidos consecutivos contra equipos con un porcentaje de victorias tan alto (mínimo 40 partidos para cada oponente).
Detrás de este éxito se encuentra una combinación de factores. El liderazgo de Ime Udoka, entrenador de Houston, es fundamental. “Ya hemos pasado la mitad de la temporada y nuestro récord es el que es, así que no es solo una casualidad”, afirmó Udoka, destacando el trabajo consistente del equipo. La aportación de jugadores clave como Jalen Green, Alperen Sengun, Fred VanVleet, Thompson y Dillon Brooks (con 36 puntos contra Boston), ha sido vital para este repunte.
La actuación de Brooks, anotando 10 de 15 triples contra Boston, ejemplifica la solidez del equipo. “Simplemente estamos jugando duro, jugando juntos. Confiamos el uno en el otro”, señaló Brooks, reflejando el espíritu de equipo que caracteriza a los Rockets.
La victoria en Boston ha generado un impacto significativo en la liga. Incluso equipos rivales, como los Cavaliers, analizaron la jugada desde su propio vestuario tras su partido. Los Rockets, conscientes de su momento, saben que el camino es largo. Su próxima prueba será en Atlanta, donde buscarán seguir cimentando su sorprendente ascenso.