Una victoria en particular, sin embargo, desató una controversia que trascendió el ámbito deportivo.
El velocista Noah Lyles, campeón olímpico, se adjudicó el primer lugar en la carrera de 60 metros. Pero su celebración no fue convencional. Tras cruzar la meta, se quitó el dorsal, mostrando un mensaje contundente: “Tyreek nunca podría”. Este desafío directo fue dirigido a Tyreek Hill, el veloz receptor de los Miami Dolphins.
La rivalidad comenzó en agosto, cuando Hill, con un pasado destacado en atletismo —recordemos sus dos campeonatos estatales en secundaria— declaró en un podcast su convicción de poder derrotar a Lyles en una carrera. Una afirmación que, obviamente, no pasó desapercibida para el campeón olímpico.
Tras su victoria en Boston, Lyles aceptó el reto con una declaración desafiante a través de NBC: “Cuando estés listo para realmente poner algunas palabras en serio y estés realmente listo para competir, búscame. Estoy aquí mismo. No voy a ningún lado. Pero todo lo que sé es que tu temporada de fútbol ha terminado. Ya no tienes excusa”.
La respuesta de Hill fue breve, pero cargada de significado: “Mira a este tipo”. Un simple comentario que, sin embargo, anticipa una emocionante confrontación entre dos figuras del deporte con una velocidad excepcional. La pregunta que queda en el aire es: ¿veremos esta carrera? ¿Quién se impondrá en este duelo de titanes?
Más allá del resultado final, la rivalidad entre Lyles y Hill ha generado un gran interés mediático, elevando la expectativa por una carrera que promete ser histórica. Los detalles de la posible competencia, la fecha y el lugar, aún están por confirmarse.