'Chevale' Burgos: El amuleto de la suerte del béisbol
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Y en ese universo de supersticiones y rituales, una figura ha emergido de la sombra, convirtiéndose en un amuleto de la buena fortuna.
Su nombre es José Valentín 'Chevale' Burgos, un cargabates mexicano con una historia que trasciende lo deportivo. Su estatura, lejos de ser un impedimento, se ha transformado en su sello distintivo, un detalle que, para muchos, atrae la buena suerte.
La historia de 'Chevale' comenzó hace 21 años en las ligas mexicanas, con equipos como los Tomateros de Culiacán, los Cañeros de Los Mochis y las Águilas de Mexicali, en la Liga Mexicana del Pacífico, y los Tigres de Quintana Roo, los Diablos Rojos del México y los Toros de Tijuana en la Liga Mexicana de Béisbol. Su meticulosidad y dedicación le forjaron una reputación sólida en el circuito mexicano, pero su ascenso a la fama internacional llegó con los Tiburones de La Guaira en la final de la liga venezolana de 2024.
Con 'Chevale' en sus filas, los Tiburones consiguieron su primer título en 38 años, un triunfo que catapultó al cargabates a la escena internacional. Este éxito se repitió con los Leones del Escogido, quienes, tras ficharlo para la fase final de su liga, consiguieron su primer campeonato en nueve años. "Los 'batboys' somos los primeros en llegar y los últimos en irnos. Preparamos todo: uniformes, calzado, bates, guantes...", explica Burgos, detallando su rigurosa rutina que inicia a las seis de la mañana.
Su profesionalismo es innegable. 'Chevale' asegura que en el 'clubhouse' del Escogido lo respetan, incluso figuras con amplia trayectoria en Grandes Ligas como Robinson Canó, no exigen trato especial. Su experiencia en tres Series del Caribe, incluyendo la de 2017 con Mexicali, la de 2024 con los Tiburones y la actual con los Leones, lo convierten en un veterano de estas competiciones, siempre acompañando a equipos que llegan, al menos, a la final.
Este viernes, los Leones se enfrentan a los Charros de Jalisco en la final. El futuro, para 'Chevale', pende de un hilo de suerte y buen béisbol. De ganar, la directiva de los Leones le ofrecería un contrato de tres años. "Mi agente se encarga de la negociación; solo pido que mi esposa me acompañe y una habitación de hotel para nosotros dos", afirma con sencillez.