Knicks: Derrotas ante Celtics y Cavaliers exponen debilidades
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La competencia es intensa, cada partido un microcosmos de la batalla por el campeonato.
Los Knicks de Nueva York, reforzados durante la temporada baja con la esperanza de desafiar a los equipos élite, han tropezado recientemente. Dos derrotas consecutivas, la última un contundente 118-105 ante los Celtics de Boston, han puesto en evidencia la necesidad de ajustes.
“No estamos tratando de cerrar la brecha con los Celtics de Boston,” declaró Josh Hart, escolta de los Knicks. “Son los campeones por una razón.” La declaración, lejos de ser una aceptación de derrota, refleja un análisis realista de la situación. La diferencia entre ambos equipos es palpable, y los Knicks reconocen que aún tienen un largo camino por recorrer.
La derrota ante los Cavaliers de Cleveland, por un margen aún más amplio (37 puntos), precede a la caída contra Boston. Esta dupla de derrotas ha dejado al descubierto debilidades que el equipo necesita solucionar con urgencia. El entrenador, Tom Thibodeau, lo resume con la frase: "Es un trabajo en proceso."
El problema parece radicar, en parte, en la defensa. “Creo que probablemente es una combinación de cosas,” explica Thibodeau. “Uno, son de élite y creo que el volumen de tiros de tres puntos; puedes hacer un buen trabajo, solo se necesita dos o tres minutos de no hacerlo bien y pueden hacer una racha en tu contra.” La mejora defensiva se presenta como un elemento clave para avanzar.
Las incorporaciones estelares de Karl-Anthony Towns y Mikal Bridges durante el verano prometían un cambio radical. Sin embargo, la realidad muestra que la integración y el desarrollo de la cohesión del equipo requieren tiempo y esfuerzo. El propio Towns reconoce que: “Estamos en un proceso de trabajo… vamos a estar en un proceso de trabajo toda la temporada hasta el día en que entremos en la postemporada.”
A pesar de ocupar la tercera posición en la Conferencia Este, la realidad es que los Knicks aún no están a la altura de los equipos que aspiran a derrotar. Las derrotas ante Boston, por 23 y 27 puntos respectivamente en sus dos primeros enfrentamientos, son un indicador claro de la distancia que existe entre ambos equipos. El camino a la excelencia es un proceso, y los Knicks, aún en desarrollo, deben seguir trabajando para alcanzar su máximo potencial.