Arizona enfrenta crisis de salud mental en adolescentes con nuevo programa escolar

Detrás de este giro está Dustin Williams, Superintendente Escolar del Condado de Pima, quien no ha dudado en señalar lo evidente: "Si le preguntas a la mayoría de los estudiantes qué es lo que más quieren en las escuelas, todos, sin excepción, responden lo mismo: 'queremos más apoyo en salud mental'". Sus palabras resuenan con crudeza en un estado donde, según datos oficiales, casi uno de cada cuatro alumnos ha considerado seriamente el suicidio.

El catalizador de este cambio es una alianza entre el Departamento de Educación de Arizona y The Jed Foundation, una organización sin fines de lucro especializada en prevención de suicidios. El programa, diseñado para capacitar a profesionales escolares, incluye:

• Un curso intensivo de dos horas basado en evidencia científica.
• Herramientas para identificar conductas de autolesión y crisis emocionales.
• Protocolos claros de acción cuando un estudiante está en riesgo.

Para comunidades como Sierra Vista, distritos escolares con recursos limitados, esta iniciativa significa un rayo de esperanza. Nicole Parker, coordinadora del programa de estudiantes seguros y saludables en el distrito, lo describe sin rodeos: "En zonas rurales como la nuestra, los recursos comunitarios escasean. Poder contar con apoyo directo en las escuelas no es un lujo, es una necesidad".

El proyecto llega en un momento crítico: el 10% de los estudiantes en Arizona ha intentado quitarse la vida. Williams, sin embargo, advierte que esto es solo el primer paso: "Ahora necesitamos consejeros de tiempo completo en cada escuela, trabajadores sociales que apoyen a las familias. Sin esa infraestructura, cualquier esfuerzo será insuficiente".

Mientras las aulas se convierten en trincheras contra esta crisis silenciosa, una línea telefónica —el 988— permanece activa las 24 horas para quienes libran sus batallas a solas.

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