Cruz Azul vence 1-0 con gol agónico en el Olímpico Universitario
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Un encuentro que, al menos en su primera mitad, se vislumbraba complicado para los locales.
El Cruz Azul, a pesar de su dominio del balón, mostraba una falta de contundencia alarmante. Jugadas prometedoras, como el cabezazo de Mateusz Bogusz que impactó en el poste, o el tiro desviado de Gabriel Fernández por José Canale, solo servían para aumentar la frustración. La misma frustración que se repitió en el segundo tiempo con los intentos fallidos de Rodolfo Rotondi y Jesús Orozco Chiquete, cuyo disparo se estrelló en el travesaño. La impaciencia comenzaba a crecer en las gradas.
La situación parecía insostenible. La afición, con sus gritos de "¡Sepu, Sepu, Sepu!", pedía a gritos la entrada de un jugador en específico: Ángel Sepúlveda. Su entrada al campo, en sustitución de un Willer Ditta ya amonestado, cambió el rumbo del encuentro. Simultáneamente, la desesperación del entrenador, Vicente Sánchez, lo llevó a otra decisión crucial: el ingreso de Georgios Giakoumakis.
Fue una combinación perfecta. Un pase de tacón magistral del griego, a los 75 minutos, encontró a Sepúlveda, quien definió con frialdad para marcar el único gol del partido: un 1-0 que le dio la victoria al Cruz Azul. "Un ángel celestial llegó para salvarnos", se escuchó comentar entre los aficionados. El estadio explotó en un mar de júbilo, una celebración que contrastaba con el juego, en general, poco brillante del equipo celeste.
Un dato relevante: La Máquina acumula 8 unidades en su nuevo hogar, el Olímpico Universitario. Una estadística que, a pesar de las dificultades de la noche, refleja un buen desempeño en su nueva casa.