Lesión de Gary Payton II: Choque en Warriors-Hornets genera alerta en la NBA

Pero, ¿qué ocurre cuando ese instante se convierte en una colisión con consecuencias inesperadas?
El lunes por la noche, en la electrizante contienda entre los Golden State Warriors y los Charlotte Hornets, se vivió una de esas situaciones. El choque involucró a dos figuras clave: LaMelo Ball, el base de los Hornets conocido por su explosivo juego, y Gary Payton II, el jugador de los Warriors.
A mitad del tercer cuarto, en medio de una jugada crucial, Ball penetró hacia la canasta. Fue en ese preciso instante que ocurrió el impacto. "Un choque de cabezas, brutal, impactante", describió un testigo presencial. Payton cayó al suelo, quedando tendido boca abajo por más de un minuto mientras recibía atención médica. Su salida del juego fue evidente, su caminar tambaleante y su rostro oculto tras una toalla dejaron claro que algo grave había ocurrido.
La jugada, inicialmente sancionada como falta ofensiva a Ball, fue revisada. Finalmente, se determinó que Stephen Curry había cometido una falta sobre Ball previo a la colisión. Este cambio de decisión, aunque aclaratorio, no disminuye el impacto de la lesión de Payton, que abandonó el partido debido a un traumatismo craneoencefálico. Ball, aunque también afectado por el golpe, continuó en el juego.
El incidente dejó en vilo a la afición y generó preocupación por la salud de Payton. Más allá del resultado del encuentro, la prioridad se centra ahora en su recuperación. Los detalles sobre la gravedad de la lesión y el tiempo estimado de recuperación aún no han sido revelados oficialmente por el equipo.
Mientras tanto, la NBA, acostumbrada a la intensidad del juego, se enfrenta a la reflexión sobre la seguridad de sus atletas y la necesidad de protocolos aún más estrictos para prevenir lesiones de este tipo. La pregunta queda en el aire: ¿Qué medidas se tomarán para mitigar el riesgo de este tipo de colisiones en el futuro?