76ers: Temporada Desastrosa tras Lesiones de George y Embiid

En Filadelfia, la situación es particularmente compleja. Los 76ers, que iniciaron la temporada con altas expectativas tras la incorporación de Paul George con un contrato de cuatro años y $212 millones de dólares el verano pasado, se enfrentan a una realidad desalentadora. El equipo, con un récord de 23-44 antes del partido contra Houston, se encuentra lejos de las metas iniciales.
El lunes, los 76ers anunciaron que George, nueve veces All-Star, se sometió a inyecciones en el músculo aductor izquierdo y la rodilla izquierda. “Después del procedimiento, George no puede jugar por razones médicas y estará fuera al menos seis semanas”, indicó el comunicado oficial. Esto significa que el veterano escolta se perderá el resto de la temporada regular.
Este anuncio llega en un momento crítico. La ausencia de George se suma a la ya prolongada baja de Joel Embiid, quien también ha estado fuera de juego por problemas en su rodilla izquierda. La situación ha llevado al entrenador Nick Nurse a admitir que la temporada ha sido “decepcionante. No hay duda al respecto. Tienes expectativas, tienes buenos jugadores y parece que no tuvimos mucha suerte en cuanto a salud y pareció nunca acabar”.
La baja productividad de George, quien promedia 16.2 puntos en solo 41 partidos, su mínimo desde su segunda temporada en la NBA, es un factor preocupante. Su rendimiento dista mucho de los 20.8 puntos por partido promediados en sus primeras 14 temporadas, un dato que refleja la dificultad de su adaptación al equipo y el impacto de las recurrentes lesiones, que van desde una hiperextensión en la rodilla hasta problemas en el tendón del dedo meñique de la mano izquierda.
El futuro inmediato se presenta incierto. La selección de primera ronda de los 76ers está protegida si queda entre los seis primeros; de lo contrario, irá al Thunder de Oklahoma City. Con George y Embiid fuera, las posibilidades de mantener esa selección aumentan considerablemente. Además, el alto salario de George, con un promedio de $54.1 millones de dólares por las próximas tres temporadas, plantea interrogantes sobre su futuro en Filadelfia, abriendo la puerta a posibles intercambios durante el verano.
Las lesiones de George y Embiid, junto con las ausencias de Tyrese Maxey, han truncado las aspiraciones iniciales de los 76ers. La situación deja a la franquicia con un dilema importante: cómo gestionar un futuro lleno de incertidumbre, con un contrato millonario de alto riesgo y un equipo que necesita replantear su estrategia para la próxima temporada.