México Campeón: Jiménez guía el triunfo ante Panamá

Se respiraba historia en el ambiente, una historia a punto de escribirse con letras de oro o de tinta agridulce.
En el campo, la Selección Mexicana, bajo la batuta de Javier Aguirre, se enfrentaba a Panamá en la gran final de la Liga de Naciones de la Concacaf. Un partido que prometía emociones fuertes, un duelo a muerte por la gloria. La presión era inmensa, sobre todo considerando las dos finales perdidas anteriormente ante Estados Unidos.
A los ocho minutos, la magia llegó en forma de Raúl Jiménez. Un centro preciso de Roberto Alvarado encontró la cabeza del delantero, quien con un remate impecable, venció al portero panameño. "Un gol de ensueño", comenta algún aficionado. El estadio explotó en júbilo. El marcador favorecía a México, 1-0.
Pero Panamá no se daría por vencido. Tras un intenso dominio mexicano en la primera parte, Adalberto Carrasquilla anotó un penal a los 45 minutos, empatando el encuentro. Una jugada polémica que dejó un sabor amargo en la boca de algunos aficionados mexicanos, pero que no quebró el espíritu del equipo. Un 1-1 al medio tiempo que elevaba la incertidumbre.
La segunda mitad fue una batalla campal, con México controlando el balón, pero sin concretar las oportunidades de gol que se presentaron. Santiago Giménez estuvo cerca en varias ocasiones, pero la falta de precisión impidió aumentar el marcador. El partido estuvo interrumpido por un momento debido al lamentable grito homofóbico que lamentablemente todavía persiste en los estadios de fútbol.
En los últimos minutos, la tensión era máxima. Un penalti a favor de México, tras una mano dentro del área, decidió el encuentro. De nuevo, Raúl Jiménez, con la serenidad de un veterano, anotó el gol de la victoria a los 90 minutos. Un doblete que lo coloca en el tercer lugar en la tabla de máximos goleadores históricos de la selección mexicana, superando a Cuauhtémoc Blanco con sus 39 tantos. Un final de infarto que selló el triunfo y el título de la Liga de Naciones para México.
El triunfo significó el primer título en la historia de la Liga de Naciones para México, además del primer campeonato para Javier Aguirre en su tercera etapa al frente del equipo. Una noche mágica para el futbol mexicano, llena de momentos inolvidables, que quedará grabada para siempre en la memoria de los aficionados.