Masters de Augusta: McIlroy y Scheffler, la batalla por la chaqueta verde

Se siente la historia, la tradición, el peso de cada golpe en este emblemático campo. Más allá de los récords y las estadísticas, hay una vibra especial que envuelve a todos los participantes, veteranos y debutantes por igual.
Pero, inevitablemente, la atención se centra en dos figuras: Rory McIlroy y Scottie Scheffler. Para McIlroy, Augusta representa la última pieza del rompecabezas, el trofeo que completa su Grand Slam. Diez participaciones sin éxito lo preceden, una presión que se siente en cada swing. "Es una buena pregunta", comentó Scheffler al ser cuestionado sobre su éxito en Augusta, "Cuando tengo control de mi bola, tengo una estrategia muy buena. Pero al final del día, tienes que hacer los tiros, y en los últimos años, he estado logrando los tiros que intento".
Mientras tanto, Scheffler llega con el ímpetu de un año excepcional, comparado incluso con la leyenda de Tiger Woods. Una victoria más lo colocaría en un selecto grupo junto a Woods, Nick Faldo y Jack Nicklaus como los únicos ganadores consecutivos del Masters. Sería su tercera chaqueta verde en cuatro años, un dominio sin precedentes en Augusta desde la época dorada de Nicklaus, hace aproximadamente 60 años. Su precisión y estrategia parecen estar a otro nivel.
El escenario, el Augusta National Golf Club, presenta este año un aspecto ligeramente modificado. El paso del huracán Helene en septiembre pasado dejó su huella, aunque sutil. Algunos árboles, símbolos emblemáticos del campo, fueron derribados. Aunque el club se mantiene reservado sobre la cantidad exacta de árboles perdidos, quienes han jugado allí en los últimos meses describen un campo en perfectas condiciones, con vistas más despejadas. CBS, en su 70º aniversario de transmisión del Masters, ha decidido minimizar el impacto visual de estos cambios, evitando comparaciones antes y después. Según Sellers Shy, productor de golf de la cadena, no habrá imágenes que destaquen la diferencia.
Más allá de los protagonistas, la edición de este año del Masters cuenta con la participación más numerosa de jugadores en una década. Una competencia reñida que promete un espectáculo inolvidable en uno de los escenarios más prestigiosos del mundo del golf. Un torneo con una historia que se renueva cada año, pero que mantiene su esencia atemporal y su mística inigualable.