Marineros vencen a Rojos en juego épico de 11-7

Este jueves, en el Great American Ball Park de Cincinnati, se vivió una de esas noches. Un encuentro entre los Marineros de Seattle y los Rojos de Cincinnati que prometía emociones fuertes, y así fue. El juego estuvo marcado por jugadas espectaculares, errores defensivos cruciales, y sobre todo, por la potencia ofensiva de ambos equipos.
En la parte alta de la primera entrada, Austin Hays conectó un jonrón de dos carreras contra Emerson Hancock, poniendo a los Rojos arriba en el marcador 2-0. Sin embargo, la ventaja sería efímera. Luke Raley respondió con un cuadrangular de dos carreras en la cuarta entrada, empatando el juego 2-2 contra Brady Singer, quien tuvo una salida irregular permitiendo cuatro carreras en cuatro y un tercio de entradas.
El juego se mantuvo parejo hasta la octava entrada, donde Jake Fraley conectó un grand slam contra Eduard Bazardo, colocando a los Rojos con una ventaja de 7-5. Parecía que la victoria era inminente para Cincinnati.
Pero los Marineros, con la garra característica de los equipos que no se dan por vencidos, respondieron en la novena. Randy Arozarena, con un imparable que resonó en el estadio, conectó un jonrón que empató el juego. "Un batazo increíble que nos devolvió al juego", comentó un testigo presencial.
La emocionante décima entrada fue el clímax de la noche. Dylan Moore llegó a tercera base gracias a un error de Graham Ashcraft, abriendo la puerta para que J.P. Crawford conectara un sencillo que puso a Seattle adelante 8-7. Arozarena añadió otro golpe contundente con un doble de dos carreras, sellando la victoria de los Marineros 11-7.
En cuanto a las actuaciones individuales, destacaron Julio Rodríguez (6-1 con dos anotadas) y Jorge Polanco (4-2 con una anotada) por los Marineros, mientras que por los Rojos, Elly De La Cruz se lució con un 4-2 y una anotada. El cerrador mexicano-americano, Andrés Muñoz, se encargó de cerrar la décima entrada para los Marineros, asegurando el triunfo.
La victoria de Seattle fue un emocionante despliegue de talento y estrategia, un recordatorio de lo impredecible e inolvidable que puede ser un partido de béisbol.