Sindicatos acusan a Arabia Saudí de abusos laborales masivos

Arabia Saudita, con su ambiciosa Visión 2030 impulsada por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, se prepara para albergar la Copa Mundial de la FIFA en 2034. Este evento deportivo, pilar fundamental del proyecto, requiere la construcción o remodelación de 15 estadios, algunos con diseños verdaderamente espectaculares. Sin embargo, detrás del brillo del evento deportivo se esconde una realidad preocupante.
Un grupo de sindicatos africanos, liderados por la Confederación Sindical Internacional (CSI), ha presentado una queja formal ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esta denuncia, que involucra a 36 países incluyendo Ghana, Nigeria y Senegal, alega la existencia de graves violaciones a los derechos laborales de trabajadores migrantes africanos en Arabia Saudita.
“Los trabajadores están siendo tratados como desechables en Arabia Saudí. Se van vivos y regresan en ataúdes. La OIT debe actuar”, declaró Joel Odigie, secretario general del capítulo africano de la CSI, reflejando la gravedad de la situación.
Entre las acusaciones más graves se encuentran el trabajo forzoso, robo de salarios, abuso físico y sexual, y racismo sistémico. La denuncia destaca la persistencia del sistema kafala, que vincula a los trabajadores con sus empleadores, limitando severamente su libertad y dejándolos a merced de abusos. Esto afecta principalmente a trabajadores en la construcción y el trabajo doméstico.
La OIT, que ya investiga una queja anterior presentada por el sindicato Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera, ha firmado recientemente un acuerdo de trabajo renovado con el gobierno saudí. Gilbert Houngbo, director general de la OIT, afirmó que este acuerdo “refleja un compromiso compartido para avanzar en políticas laborales que estén alineadas con los estándares internacionales y las prioridades nacionales”. Sin embargo, los sindicatos reclaman una investigación de mayor envergadura, una "Comisión de Investigación", para esclarecer la situación y garantizar el cumplimiento de los derechos laborales.
Mientras el gobierno saudí no ha respondido a las solicitudes de comentarios, la promesa realizada a la FIFA el año pasado de “salarios equitativos y condiciones de trabajo y vida decentes para todas las personas involucradas en los preparativos de la Copa Mundial”, contrasta con las acusaciones presentadas. El futuro de las obras y del evento deportivo permanece, por el momento, en un delicado equilibrio.
La CSI afirma que Arabia Saudí “no ha mostrado una intención real de abordar la situación”, a pesar de los acuerdos firmados. El Ministro del gobierno saudí, Ahmed Al Rajhi, señaló que la renovada asociación con la OIT “subraya el compromiso de Arabia Saudí con un mercado laboral justo, inclusivo y preparado para el futuro”. La discrepancia entre estas declaraciones y las acusaciones de los sindicatos deja en evidencia un escenario complejo y de difícil resolución.