Hijas de Jim Irsay lideran Colts: Un legado familiar continúa

En Indianápolis, una historia familiar de larga data en el mundo del fútbol americano está tomando un nuevo rumbo. Las hijas de Jim Irsay, propietario de los Colts, han asumido el control del equipo, marcando un hito en la historia de la franquicia.
Carlie Irsay-Gordon, asumirá la dirección general; Casey Foyt, la vicepresidencia ejecutiva; y Kalen Jackson, la dirección de marca. Este anuncio, realizado el martes, sigue al fallecimiento de Jim Irsay el mes pasado a los 65 años, tras una prolongada lucha contra problemas de salud. “Su mayor amor, más allá de su familia, fue tener la bendición de ser un administrador de los Colts de Indianapolis”, declaró Irsay-Gordon en conferencia de prensa.
La transición no es una sorpresa. Las hermanas han estado involucradas en la organización durante décadas, aprendiendo de primera mano las complejidades del negocio. “Hemos pasado décadas en nuestro negocio familiar aprendiendo cada aspecto de la organización bajo el liderazgo de nuestro padre”, añadió Irsay-Gordon. Cada una ha recorrido un camino particular dentro de la franquicia: Carlie, con experiencia en marketing, administración y operaciones deportivas; Casey, con un pasado en atención al cliente y marketing, y Kalen, con un destacado trabajo en iniciativas de salud mental, reflejando el compromiso familiar con esta causa.
Su experiencia no se limita a la oficina. Foyt recuerda innumerables campamentos de entrenamiento donde colaboró en diversas áreas. Las tres hermanas comparten un tatuaje de herradura, símbolo de la unión familiar y su profunda conexión con la franquicia. “Hemos estado alrededor de la NFL y el equipo durante mucho tiempo. Hemos crecido aquí en Indy, en la ciudad”, afirmó Foyt, resaltando el arraigo local y la continuidad del legado.
Desde 2012, ya ostentaban el título de propietarias, con Irsay-Gordon representando a los Colts en reuniones de la NFL desde 2004. El nombramiento oficial consolida un proceso de sucesión que refleja la visión de Jim Irsay: mantener a los Colts en manos familiares. Jackson describió el martes como un momento “extremadamente agridulce”, resaltando el honor y la responsabilidad de continuar el legado de su padre, siempre presente en sus decisiones futuras.Este cambio de mando no solo representa una nueva etapa para los Colts, sino también una historia de perseverancia familiar en el mundo competitivo del deporte profesional, una historia llena de retos superados y un fuerte vínculo con la ciudad de Indianápolis.