La curva clásica en peligro de extinción en el béisbol moderno

5% de los lanzamientos en las Grandes Ligas. Un declive que no solo refleja un cambio técnico, sino una transformación cultural en el deporte.
"Ya no ves a mucha gente lanzando curvas 12-6. Prefieren tener un cutter/slider fuerte", admite Shane Baz, lanzador de Tampa Bay, quien aún se aferra a este lanzamiento en el 28.1% de sus pitcheos. La excepción confirma la regla: Charlie Morton, veterano de 41 años, lidera con un inusual 39% de curvas, heredando la técnica de su padre. "Básicamente lanzas como si estuvieras tirando un cuchillo", revela el jugador de Baltimore.
Los números no mienten:
El fenómeno tiene raíces generacionales. Gerrit Cole, estrella de Nueva York, explica: "Cuando eres amateur, todos te miden por la velocidad. Eso es lo que paga". Los resultados respaldan la tendencia: los bateadores promedian .225 contra curvas, apenas mejor que los .222 ante sliders modernos.
En Colorado, donde aún se lanzan curvas en el 15.6% de los pitcheos, la fidelidad al clásico no ha evitado un desastre deportivo (22-74). Mientras, equipos como Oakland no superan el 10% desde 2017. Scott Emerson, entrenador de lanzadores de los Atléticos, sentencia: "El juego ahora es lanzarlo fuerte, girarlo bien y rezar que no lo conecten".
Así, mientras el radar marca nuevos récords (3,252 lanzamientos de +100 mph en 2024), un lanzamiento con 161 años de historia -atribuido al miembro del Salón de la Fama Candy Cummings- lucha por no desaparecer del repertorio moderno. Sin nostalgia pero con datos contundentes, el béisbol demuestra que hasta en el deporte, la evolución no siempre preserva las tradiciones.