Luka Modrić cumple su sueño infantil al fichar por el AC Milan

En los años 90, cuando el fútbol italiano era sinónimo de grandeza, un niño en Croacia soñaba con los colores rojinegros. No era casualidad: el Milan de entonces no solo dominaba Europa, sino que llevaba en sus filas a Zvonimir Boban, "el jugador que hizo creer a toda una generación de croatas que podíamos llegar lejos", confesó alguna vez el ahora mediocampista.
Este lunes, el exmadridista de 39 años firmó un contrato por un año con opción a otro. No llegó para el retiro dorado, sino con hambre de revancha. "El Milan no puede conformarse con lo promedio", declaró a Milan TV, en un claro mensaje al equipo que terminó octavo en la Serie A la temporada pasada. La meta es clara: devolverle la ambición a un club que lleva demasiado tiempo fuera de la élite.
Lo que más llama la atención es el discurso del balón de oro 2018: habla como si tuviera 25 años. "Nada en la vida viene fácil. Hay que trabajar, luchar y ganarse el lugar". Suena a advertencia para algunos, a declaración de principios para otros. El Milan de Berlusconi ganó siete Champions; este nuevo proyecto apenas empieza a caminar.